Las fuerzas de seguridad rusas abortaron hoy un atentado terrorista en la república norcaucasiana de Daguestán al desactivar un artefacto explosivo con una potencia equivalente a 12 kilogramos de trilita.
Los residentes locales alertaron esta mañana a las autoridades sobre el hallazgo de un cubo con un líquido que les pareció sospechoso, según informó el Comité Nacional Antiterrorista (CNA).
Los artificieros del Servicio Federal de Seguridad desactivaron la bomba casera, que estaba preparada para su utilización y que incluía, entre otros elementos, selitra y polvo de aluminio, sustancias utilizadas habitualmente para fabricar explosivos.
De esta forma, según el CNA, las fuerzas de seguridad habrían prevenido un atentado terrorista en Daguestán, la república más inestable de la explosiva región del Cáucaso junto a la vecina Ingushetia.
Precisamente, de Daguestán procedía Naida Ajiyálova, la mujer suicida que detonó ayer una bomba adherida a su cuerpo en un autobús en marcha en la ciudad de Volgogrado, atentado que dejó seis muertos y más de una treintena de heridos.
Según el CNA, Ajiyálova, de 30 años, se había convertido recientemente al islam y era la esposa de un cabecilla de la guerrilla, el ruso Dmitri Sokolov.
Al margen de la explosiva región del Cáucaso, éste fue el primer atentado suicida de gravedad cometido en Rusia desde que 37 personas murieran en la explosión ocurrida en el aeropuerto moscovita de Domodédovo en enero de 2011.
Recientemente, el Comité de Instrucción de Rusia informó de que, al detener a dos caucasianos, había abortado un posible atentado terrorista contra una planta de destrucción de armas químicas en la región de Kírov.
Las autoridades aseguran que el atentado podría haber causado centenares de muertos en Kírov (unos 1.000 kilómetros al noreste de Moscú), adonde los detenidos, dos jóvenes de 19 y 21 años oriundos del Cáucaso Norte, habrían llegado procedentes de Moscú.
Las autoridades rusas temen un aumento de la actividad terrorista y guerrillera según se aproxime la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi que se celebrarán a orillas del mar Negro cerca del Cáucaso en febrero de 2014.
Los artificieros del Servicio Federal de Seguridad desactivaron la bomba casera, que estaba preparada para su utilización y que incluía, entre otros elementos, selitra y polvo de aluminio, sustancias utilizadas habitualmente para fabricar explosivos.
De esta forma, según el CNA, las fuerzas de seguridad habrían prevenido un atentado terrorista en Daguestán, la república más inestable de la explosiva región del Cáucaso junto a la vecina Ingushetia.
Precisamente, de Daguestán procedía Naida Ajiyálova, la mujer suicida que detonó ayer una bomba adherida a su cuerpo en un autobús en marcha en la ciudad de Volgogrado, atentado que dejó seis muertos y más de una treintena de heridos.
Según el CNA, Ajiyálova, de 30 años, se había convertido recientemente al islam y era la esposa de un cabecilla de la guerrilla, el ruso Dmitri Sokolov.
Al margen de la explosiva región del Cáucaso, éste fue el primer atentado suicida de gravedad cometido en Rusia desde que 37 personas murieran en la explosión ocurrida en el aeropuerto moscovita de Domodédovo en enero de 2011.
Recientemente, el Comité de Instrucción de Rusia informó de que, al detener a dos caucasianos, había abortado un posible atentado terrorista contra una planta de destrucción de armas químicas en la región de Kírov.
Las autoridades aseguran que el atentado podría haber causado centenares de muertos en Kírov (unos 1.000 kilómetros al noreste de Moscú), adonde los detenidos, dos jóvenes de 19 y 21 años oriundos del Cáucaso Norte, habrían llegado procedentes de Moscú.
Las autoridades rusas temen un aumento de la actividad terrorista y guerrillera según se aproxime la inauguración de los Juegos Olímpicos de Invierno de Sochi que se celebrarán a orillas del mar Negro cerca del Cáucaso en febrero de 2014.
