Acusan a peruano de ser autor material de crimen de niña argentina

El fiscal a cargo de la investigación por el secuestro y crimen de una niña de 11 años en Argentina imputó al peruano Hugo Bermúdez, el sexto detenido del caso, como autor material del asesinato que conmovió al país, informaron hoy medios locales que citan fuentes judiciales.

Bermúdez, detenido este miércoles a las afueras de Buenos Aires, se declaró inocente ante el fiscal Marcelo Tavolaro, al igual que los otros cinco detenidos por el crimen de Candela Rodríguez, cuyo cadáver fue hallado dentro de bolsas de plástico en un terreno baldío vecino a una autopista de la periferia de Buenos Aires el miércoles pasado, nueve días después del rapto.

Los investigadores dijeron que Bermúdez, de 53 años, es un conocido de la familia de la niña, con antecedentes por venta de drogas en la localidad bonaerense de Hurlingham, donde vivía Candela.

El hombre, que reside cerca de la casa de la víctima, fue involucrado por un testigo de identidad reservada.

Entre los detenidos se encuentra la dueña de una casa donde pericias forenses indican que estuvo cautiva Candela Rodríguez y un carpintero a quien se le acusa de haber estado con la niña durante su secuestro.

En la búsqueda de Candela participaron 1.500 policías y también se ofreció una recompensa de 400.000 pesos (unos 95.000 dólares) a quien diera pistas de su paradero, mientras que la Red Solidaria llevó a cabo una campaña con el apoyo de famosos, entre ellos el actor Ricardo Darín y el cineasta Juan José Campanella.

El crimen de la pequeña, raptada cerca de su casa en Hurlingham, 25 kilómetros al oeste de la capital argentina, causó dolor y gran indignación popular reflejados la semana pasada en las redes sociales Twitter y Facebook, donde se multiplicaron las peticiones a la presidenta argentina, Cristina Fernández, para que se castigue a los responsables.

En la casa de Hurlingham perteneciente a la mujer detenida, identificada como Gladys Cabrera, fueron hallados rastros genéticos de la niña, quien murió por asfixia y no fue víctima de abuso sexual, según determinaron la semana pasada médicos forenses.

La policía se ha incautado de un furgón que está siendo sometido a diversas pruebas para determinar si se trata del vehículo utilizado para el secuestro de la niña o para el traslado de sus restos al terreno baldío donde fueron hallados entre montículos de basura.

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