Ahmadineyad elude interrogatorio parlamentario sobre caso de corrupción

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, ha eludido ser interrogado en el Parlamento por un caso de corrupción, al retirarse de la convocatoria tres de los diputados informó la televisión local en inglés PressTV.

Hace tres días, 73 diputados, justo el 25 por ciento de legisladores necesarios, según la Constitución, para convocar al presidente, presentaron un escrito en el Parlamento para exigir su presencia con el fin de interrogarle sobre un desfalco de 2.600 millones de dólares, que afecta a siete bancos públicos y privados.

Hoy, tres de los diputados retiraron sus firmas, por lo que los 70 que las mantienen no llegan a la cuarta parte de los 290 escaños que tiene la Cámara iraní.

De haberse llevado a cabo el interrogatorio, Ahmadineyad hubiera sido el primer presidente iraní sometido a una sesión de este tipo en la Asamblea, trámite que pude desembocar en una moción de censura.

La convocatoria para interrogar a Ahmadineyad ha sido la segunda, tras haberse desestimado recientemente otra similar, presentada en junio, también por carecer del suficiente respaldo.

La anterior moción se presentó con cien firmas, pero la semana pasada fue desestimada tras informarse de que 31 de los signatarios habían retirado su rúbrica y que, por tanto, se quedaba con 69, menos del 25 por ciento exigido por la Constitución.

Un amplio grupo de parlamentarios ultraconsevadores, que al principio de la legislatura apoyaron a Ahmadineyad, se han convertido en sus mayores detractores dentro del régimen y acusan al entorno del presidente de 'desviacionismo' y de poner en duda la preeminencia del poder religioso en el sistema.

Una mayoría de parlamentarios se han unido alrededor del líder de la Cámara, Alí Lariyaní, una de las principales figuras políticas del país y ahora rival de Ahmadineyad, para formar el grupo de los 'principalistas', el ala más conservadora, que asegura defender las esencias del régimen islámico.

Los principalistas pretenden unirse en un sólo frente para copar los 310 escaños que se espera que se elijan en los próximos comicios legislativos, que han de celebrarse a principios de marzo de 2012 en Irán, previos a los presidenciales previstos para 2013.

Ayer, el ministro de Economía, Shamsedin Hoseini, superó una moción de censura en el Parlamento, también referida al desfalco de 2.600 millones, el mayor caso de corrupción de los 32 años de la República Islámica, que se inscribe en el enfrentamiento entre el Gobierno y la facción más ultraconservadora del legislativo.

Además de Hoseini, el Parlamento de Teherán ha convocado también para una moción de censura al ministro de Energía, Mayid Namyou, acusado de mala gestión, planificación deficiente, fracaso en sus compromisos y retrasos en la construcción de presas hidroeléctricas, que ya supero en marzo pasado una convocatoria similar.

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