La AIEA agradece el aperturismo de Irán sobre su programa nuclear

El último informe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) sobre el programa nuclear iraní determinó que el Gobierno de Teherán ha mostrado una tendencia aperturista a la hora de buscar formas de desbloquear las negociaciones con la comunidad internacional, pero ha criticado la incapacidad del régimen iraní para responder a preguntas cruciales, en materia de seguridad, sobre el futuro de sus proyectos.
El último informe de la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) sobre el programa nuclear iraní determinó que el Gobierno de Teherán ha mostrado una tendencia aperturista a la hora de buscar formas de desbloquear las negociaciones con la comunidad internacional, pero ha criticado la incapacidad del régimen iraní para responder a preguntas cruciales, en materia de seguridad, sobre el futuro de sus proyectos.

La AIEA ha valorado positivamente el acceso que Irán ha concedido a los supervisores de la organización, que por fin han tenido acceso a las instalaciones nucleares iraníes, lo que ha conseguido aclarar la práctica totalidad de las dudas de la comunidad internacional sobre las actividades nucleares desarrolladas por Teherán los últimos meses.

No obstante, la agencia dependiente de la ONU criticó la negativa iraní a responder los informes de inteligencia que apuntaban al reciente desarrollo de nuevas centrifugadores para acelerar el enriquecimiento de uranio. Basándose en este último punto, el Consejo de Seguridad podría volver a dictar una resolución sancionadora contra el Gobierno iraní, la semana próxima a más tardar.

El presidente de Irán, Mahmud Ahmadineyad, se adelantó hoy a este informe, advirtiendo a Occidente de las consecuencias que pueden tener las eventuales sanciones que les inflijan, porque su país 'está unido y es poderoso' y que lo único que conseguirán con su actitud es 'meterse en problemas'.

Ahmadineyad aprovechó para aclarar de nuevo que su país no detendrá su actividades de enriquecimiento de uranio, temidas por los países occidentales, que creen que están destinadas a fabricar bombas. Sin embargo, Teherán alega que se trata de un actividad dirigida a la producción de electricidad para poder aumentar las exportaciones de petróleo, por lo que 'no permitirá a nadie que viole ni un poco sus derechos'. También añadió que los informes de la AIEA 'han demostrado la rectitud de Irán'.

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