Argentina aceptó ayer la mediación de la ONU para 'coordinar una solución pacífica' al conflicto que enfrenta a Buenos Aires y Londres por la soberanía de las islas Malvinas, según informó el ministerio de Exteriores.
El canciller argentino, Héctor Timerman, envió al presidente de la Asamblea General de Naciones Unidas, Nassir Abdulaziz Al-Nasser, una carta en la que acepta 'su buena disposición para coordinar una solución pacífica entre nuestro país y el Reino Unido en la cuestión de las Islas Malvinas', expresa el ministerio en un comunicado.
La oferta de mediación de Naciones Unidas se hizo pública tras la denuncia presentada por Argentina el pasado viernes en la ONU contra el Reino Unido por la 'militarización' de Malvinas y del Atlántico Sur tras el envío al archipiélago del destructor de la marina británica 'MS Dauntless' y la llegada del príncipe Guillermo de Inglaterra para una instrucción militar.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su oferta de 'intermediar' y ejercer sus buenos oficios para lograr una 'solución pacífica' al conflicto. Además, Ban llamó a ambas partes a evitar una 'escalada' en vísperas del 30 aniversario del inicio de la guerra de Malvinas que enfrentó a Argentina y Reino Unidos y dejó unos 900 muertos en 1982.
El embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, negó el mismo viernes que su país haya militarizado el Atlántico Sur.
La oferta de mediación de Naciones Unidas se hizo pública tras la denuncia presentada por Argentina el pasado viernes en la ONU contra el Reino Unido por la 'militarización' de Malvinas y del Atlántico Sur tras el envío al archipiélago del destructor de la marina británica 'MS Dauntless' y la llegada del príncipe Guillermo de Inglaterra para una instrucción militar.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su oferta de 'intermediar' y ejercer sus buenos oficios para lograr una 'solución pacífica' al conflicto. Además, Ban llamó a ambas partes a evitar una 'escalada' en vísperas del 30 aniversario del inicio de la guerra de Malvinas que enfrentó a Argentina y Reino Unidos y dejó unos 900 muertos en 1982.
El embajador británico ante la ONU, Mark Lyall Grant, negó el mismo viernes que su país haya militarizado el Atlántico Sur.
