Continúan las diferencias en Honduras a pocas horas de cumplirse el plazo para lograr un Gobierno de Unidad

Las diferencias y la incógnitas sobre la aplicación del Acuerdo Tegucigalpa-San José en Honduras continúan a pocas horas para que se cumpla el plazo establecido por el pacto para la instalación de un Gobierno de Unidad Nacional.
A pesar de ello, los miembros de la Comisión de Verificación, compuesta por la ministra de Trabajo de EEUU, Hilda Solís; el ex presidente de Chile Ricardo Lagos, y Jorge Reina, en representación del depuesto presidente, Manuel Zelaya, y Arturo Corrales, por el de facto, Roberto Micheletti, se mostraron optimistas con el proceso.

'Quiero señalar que es un tema complejo y difícil la verificación de las distintas etapas de este acuerdo', subrayó Lagos en rueda de prensa al informar sobre las reuniones que tuvo hoy la Comisión de Verificación.

'Pero si queremos avanzar en concreto -continuó-, pongámonos dar paso a paso las tareas que tenemos por delante y de esta manera podremos tener un mejor ambiente respecto de las elecciones de noviembre y la inauguración del presidente que asumirá el 27 de enero'.

Solís felicitó 'al pueblo hondureño, en particular a los negociadores del diálogo, porque han logrado la implementación completa del acuerdo de buena fe', y recordó que el pacto 'abre de nuevo las puertas de la amplia cooperación y apoyo de la comunidad internacional' a Honduras.

Lagos y Solís se reunieron hoy con Zelaya, en la Embajada de Brasil en Tegucigalpa, donde está desde hace 45 días, y otros actores políticos del país, como cinco de los seis candidatos presidenciales para las elecciones del 29 de noviembre, así como representantes del Tribunal Supremo Electoral y el Parlamento.

También lo hicieron con Micheletti, tras lo cual Lagos indicó que el presidente interino estaba dispuesto a renunciar a presidir el Gobierno de Unidad Nacional.

El ex mandatario chileno hizo esas declaraciones después de que el presidente de facto pidiera anoche a Zelaya por carta sus candidatos para el Gobierno de Unidad.

Zelaya calificó la carta de 'ofensa' y fuentes del Gobierno golpista indicaron a Efe que Micheletti pretendía encabezar el nuevo Ejecutivo hasta que el Congreso resuelva sobre la reposición o no del presidente depuesto en el poder.

Micheletti 'entiende que la constitución e instalación de un Gobierno de Unidad Nacional probablemente se ve fortalecida si él entiende que está en condiciones de hacer una resignación a los cargos que ostenta', dijo Lagos.

Sobre quiénes integrarían el Gobierno de Unidad que establece el acuerdo Tegucigalpa-San José, Arturo Corrales, representante de Micheletti, dijo que 'hay nombres', de personalidades 'muy connotadas, que no han participado en situaciones políticas recientes'.

El representante de Zelaya, Jorge Reina, indicó que el mandatario depuesto podría no declarar roto el Acuerdo de Tegucigalpa-San José si no es reinstalado en el poder mañana para presidir ese Gobierno de Unidad, como había amenazado anteriormente.

'No queremos plantearlo en esos términos porque hemos sentido la voluntad también de la comunidad internacional de apoyarnos' en la pretensión de devolver a Zelaya a la presidencia, indicó Reina, embajador ante las Naciones Unidas del Gobierno derrocado.

Zelaya pidió también hoy a la secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, que aclare si la postura de su país frente al golpe de Estado del 28 de junio ha cambiado después de que el subsecretario de Estado para el Hemisferio Occidental, Thomas Shannon, instara ayer a que se respete lo que el Congreso de Honduras decida sobre su restitución.

'Nos vemos obligados a presentar públicamente esta respetuosa solicitud (...) para que aclare al pueblo hondureño, si la posición de su país ha sido modificada o cambiada sobre la condena al golpe de Estado en Honduras', subraya Zelaya en una carta a la funcionaria.

Por su parte, Micheletti reclamó hoy al secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, por haber dicho que 'la única salida de paz' es restablecer al presidente depuesto Manuel Zelaya.

'Nos preocupa que estas declaraciones pudieran ser consideradas una interferencia en un aún frágil proceso de resolución de crisis que se desarrolla en nuestro país', subraya Vilma Morales, miembro de la comisión de diálogo de Micheletti, en una carta enviada a Insulza.

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