La mecha encendida sigue acercándose al polvorín de Oriente Próximo, tras los sucesos de las últimas 24 horas, en el que tres personas han muerto y varias más han resultado heridas en los enfrentamientos entre palestinos e israelies.
Dos hermanas israelíes han muerto y su madre se encuentra herida en estado crítico tras un asalto a tiros contra su vehículo cerca del asentamiento de Hamra, en el norte de Cisjordania, mientras que un turista italiano ha muerto y varias personas resultaron heridas después de que un sospechoso atropellase a la multitud con un automóvil en el paseo marítimo de la ciudad de Tel Aviv.
Además, un soldado israelí ha sido herido en un tiroteo tras un ataque a un puesto militar y han estallado numerosos "enfrentamientos violentos" en la ciudad de Jerusalén, según el medio Felesteen.
Durante el día se han registrado más de 33 enfrentamientos en pueblos, asentamientos y puestos fronterizos de Cisjordania y Jerusalén, en los que se han registrado ataques tanto por parte de palestinos contra el Ejército de Israel como de colonos israelíes.
De acuerdo con medios palestinos se han registrado al menos 16 tiroteos y 60 "actos de resistencia" durante las últimas 24 horas, que, además de las tres personas fallecidas, han dejado más de una decena de heridos y 22 detenciones.
Combates, detenciones y cortes de carreteras
Las fuerzas de Israel ha usado balas, gas y granadas aturdidoras tanto en los combates como contra la población civil e incluso dentro de sus casas, lo que ha dejado numerosos heridos por asfixia, según la agencia palestina WAFA.
Casi una decena de palestinos han resultado heridos de bala, incluidos un adolescente de 16 años en Belén y otro niño de 12 años, debido a un ataque con misiles al sur de la Franja de Gaza. Israel también ha lanzado ataques con misiles contra varias zonas en el norte, el este y el oeste de la región, además de un pueblo en la frontera con Egipto.
Varios grupos de colonos israelíes han incendiado coches y viviendas hechas de plástico, además de lanzar piedras contra palestinos, siempre según informan los medios palestinos.
La Policía israelí ha golpeado a una docena de palestinos que intentaban entrar en la mezquita de Al Aqsa para rezar, y han detenido a 15 de ellos, de los que tres son niños.
Además, dos niños más han sido arrestados tras un asalto al campo de refugiados de Al Aroub, en el norte de Hebrón.
El Ejército israelí ha cortado numerosas carreteras principales y secundarias en las zonas en las que se han registrado enfrentamientos en los últimos días, y ha registrado a civiles y vehículos; durante los controles han arrestado a un palestino de 17 años en un puesto fronterizo en Ramala.
Cruce de misiles en la frontera del Líbano
Estos enfrentamientos siguen a los lanzamientos de cohetes entre el ejército israelí y los milicianos de Hamás. La escalada se produjo despues de que el pasado miércoles, las fuerzas policiales israelíes entrasen por la fuerza en la Mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén, el lugar que los musulmanes consideran más sagrado en la Ciudad Santa.
La noche siguiente se produjo un intercambio de cohetes. Por el lado de Hamás, desde la franja de Gaza, y también desde sus posiciones en el Líbano, de donde salieron hasta 36 cohetes cara territorio israelí. Las fuerzas de defensa israelís respondieron a su vez con nuevos misiles, que en ambos casos provocaron daños materiales, pero ninguna víctima mortal.
Tras el intercambio, el gobierno del Líbano ordenó a su ejército que se mantuviera en alerta, y anunció que elevará una queja ante el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, por la violación militar de su territorio por parte de Israel. Aún así, el país libanés, ha condenado también el ataque que ha salido de dentro de sus fronteras, y manifestó su deseo de no romper la delicada estabilidad de la zona.
Para Israel, este enfrentamiento le llega en un momento político muy delicado, tras las continuas manifestaciones contra el régimen que preside Benjamin Netanyahu, a quien gran parte de la ciudadanía israelí acusa de una deriva autoritaria, después de intentar aprobar una polémica reforma judicial que le daría un poder mucho mayor al ejecutivo frente a los jueces.
