El partido gubernamental Al Nahda, de tendencia islámica, y varias agrupaciones y líderes extremistas de Túnez han desconvocado las manifestaciones programadas para hoy en protesta por una exposición de arte considerada por estos grupos ofensiva para el islam.
El moderado Al Nahda, que con su convocatoria pretendía protestar por los atentados contra la fe, además de condenar los altercados que estallaron en rechazo de dicha exposición, decidió 'respetar la decisión del ministro de Interior', que ayer desautorizó todas las protestas previstas para hoy.
En un comunicado, Al Nahda condenó la violencia y apeló a la 'unidad de todas las voluntades para mejorar la evolución del país y salvar la temporada turística y el año escolar'.
Las protestas, que estallaron el pasado lunes en rechazo a algunas polémicas obras de la exposición, se saldaron con un muerto, al menos 100 heridos, 160 detenidos y varias comisarías, tribunales, prostíbulos, bares y centros de arte quemados.
El grupo Ansar al Sharia (Defensores de la ley islámica) también anuló las concentraciones convocadas en todo Túnez tras 'acordarlo con los hermanos de todas las regiones y examinar la situación del país', según un comunicado difundido hoy.
Según el líder de esta agrupación, el jeque Abu Iyad, la manifestación fue cancelada 'en apoyo al profeta (Mahoma)'.
El líder salafí (rigorista islámico) pidió a sus seguidores que 'comprendan la decisión' y que 'no se dejen llevar por las emociones', aunque advirtió de que los responsables de la exposición de arte, que fue clausurada en pasado domingo, 'no quedarán sin castigo'.
Por su parte, el también extremista Hizbu Atahrir (Partido de la Liberación), que no está reconocido por las autoridades, también anuló la convocatoria de protestas.
Una desconvocatoria a la que se sumó, entre otros, el líder yihadista Abu Ayub Atunisi, que había instado a comenzar hoy un 'levantamiento popular', según confirmó a Efe uno de sus seguidores.
En un intento de frenar la violencia, las autoridades decretaron el toque de queda durante la noche del martes al miércoles y desautorizaron las marchas de hoy, debido a que, según explicó ayer el Ministerio de Interior en un comunicado, dispone de información, que no detalló, que apunta a que 'ciertos sectores' tienen previsto 'sembrar el caos' aprovechando las concentraciones de protesta.
En un comunicado, Al Nahda condenó la violencia y apeló a la 'unidad de todas las voluntades para mejorar la evolución del país y salvar la temporada turística y el año escolar'.
Las protestas, que estallaron el pasado lunes en rechazo a algunas polémicas obras de la exposición, se saldaron con un muerto, al menos 100 heridos, 160 detenidos y varias comisarías, tribunales, prostíbulos, bares y centros de arte quemados.
El grupo Ansar al Sharia (Defensores de la ley islámica) también anuló las concentraciones convocadas en todo Túnez tras 'acordarlo con los hermanos de todas las regiones y examinar la situación del país', según un comunicado difundido hoy.
Según el líder de esta agrupación, el jeque Abu Iyad, la manifestación fue cancelada 'en apoyo al profeta (Mahoma)'.
El líder salafí (rigorista islámico) pidió a sus seguidores que 'comprendan la decisión' y que 'no se dejen llevar por las emociones', aunque advirtió de que los responsables de la exposición de arte, que fue clausurada en pasado domingo, 'no quedarán sin castigo'.
Por su parte, el también extremista Hizbu Atahrir (Partido de la Liberación), que no está reconocido por las autoridades, también anuló la convocatoria de protestas.
Una desconvocatoria a la que se sumó, entre otros, el líder yihadista Abu Ayub Atunisi, que había instado a comenzar hoy un 'levantamiento popular', según confirmó a Efe uno de sus seguidores.
En un intento de frenar la violencia, las autoridades decretaron el toque de queda durante la noche del martes al miércoles y desautorizaron las marchas de hoy, debido a que, según explicó ayer el Ministerio de Interior en un comunicado, dispone de información, que no detalló, que apunta a que 'ciertos sectores' tienen previsto 'sembrar el caos' aprovechando las concentraciones de protesta.
