Las protestas tras la masacre en el estadio de fútbol dejan cientos de heridos en las calles de El Cairo

Los disturbios de Port Said se trasladan a la Plaza Tahrir

Grupos de manifestantes, ayer durante la violenta protesta en las calles de El Cairo
Cerca de 400 personas resultaron heridas ayer en el centro de El Cairo en los enfrentamientos registrados entre hinchas del equipo Al Ahly y miembros de las fuerzas de seguridad, según los últimos datos del Ministerio de Sanidad.
El subsecretario de este departamento, Hisham Shiha, explicó que 266 personas fueron atendidas en el lugar de los choques, mientras que alrededor de 130 heridos fueron ingresados en hospitales. La situación de los heridos era ayer estable, según las declaraciones a la televisión estatal egipcia de Shiha, que apuntó que 45 ambulancias participaronn en el traslado y atención a las víctimas en los alrededores de la plaza Tahrir.

En las calles que conectan la plaza Tahrir con el Ministerio del Interior, la policía disparó gases lacrimógenos para tratar de dispersar a la multitud, mientras los manifestantes les lanzaban piedras. Esta zona ya vivió en noviembre y diciembre pasado violentos disturbios en protestas contra la Junta Militar, lo que llevó a las autoridades a construir muros de cemento para aislar la citada sede gubernamental.

Arrestos y ceses
Después de los enfrentamientos en el campo de fútbol de Port Said, en los que fallecieron al menos 74 personas y más de un millar resultaron heridas, el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto anunció tres días de luto oficial a través de un comunicado publicado su página oficial en la red social Facebook. Poco antes, el jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto, Mohamed Hussein Tantawi, prometió que encontrará a las personas que están detrás de los hechos, mientras los Hermanos Musulmanes, cuyo partido Libertad y Justicia se hizo con la victoria en las elecciones parlamentarias, culpó a 'una mano invisible' de los fuertes acontecimientos.

Como consecuencia de los duros enfrentamientos, el fiscal general egipcio, Abdel Meguid Mahmud, ordenó el arresto del jefe de seguridad de Port Said y del responsable de investigación de la Policía. Así las cosas, las fuerzas de seguridad han sido acusadas de no intervenir para detener la trifulca que comenzó al término del partido entre los equipos Al Masry, de El Cairo, y Ahly que terminó con el resultado 3-1 favorable a los primeros.

Previamente, el primer ministro egipcio, Kamal el Ganzouri, había anunciado al Parlamento, en una sesión extraordinaria, que el Gobierno aceptó la dimisión del gobernador de Port Said, el general de División Mohamed Abdulá, y había cesado a los dos mandos policiales responsables de los agentes desplegados en el estadio de fútbol.

El Ejecutivo también destituyó a todos los miembros de la Junta Directiva de la Federación de Fútbol egipcia. Los directivos serán investigados para aclarar los motivos por los que decidieron autorizar la celebración del partido a pesar de la alta probabilidad de que se registraran graves disturbios.

En su mayoría, los fallecidos el miércoles murieron por golpes en la cabeza y asfixiados debido a la estampida que se produjeron tras los enfrentamientos.

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