Miles de turcos reciben a su primer ministro como un héroe tras su desplante en Davos en defensa de los palestinos

Erdogan y Peres se reconcilian por teléfono tras el desplante del primero en Davos

El primer ministro turco Recep Tayyip Erdogan en el momento en que abandona la sala.
El presidente israelí, Simón Peres, ha telefoneado al primer ministro turco, Tayyip Erdogan, después del desplante de éste en la cumbre del Foro Económico Mundial en Davos por una discusión sobre la ofensiva israelí en Gaza y sus efectos en la población civil con el mandatario hebreo. Ambos líderes acordaron que este incidente no debe afectar a las relaciones bilaterales, por lo que seguirán cooperando como hasta ahora. Por otro lado, a su llegada a Estambul, Erdogan fue recibido como un héroe por miles de compatriotas, que ondeaban banderas turcas y palestinas, y que aplaudieron la actitud de su líder.
'Lo llamé y le expliqué que no era un ataque contra él ni contra Turquía', explicó Simon Peres, que precisó que considera a Erdogan 'un amigo', y que éste le ha correspondido. Aunque no hizo mención a una disculpa en ningún momento, Peres dijo que la conversación había sido cordial, y que habían departido amablemente. 'No era un ataque personal. Sólo he respondido a acusaciones sin fundamento. Era mi deber, y no he cambiado de pensamiento', dijo Peres, en declaraciones a la CNN recogidas por otr/press. Además, ambos dirigentes han decidido que los dos países deben seguir cooperando como hasta ahora.

Erdogan abandonó la reunión después de que el moderador del debate no le cediese la palabra para responder a la intervención de Peres, en la que defendió la operación 'Plomo fundido' en la Franja de Gaza y preguntó a Erdogan qué hubiera hecho él si Estambul fuera atacada todos los días con cohetes. Las palabras de Peres fueron también criticadas por otros intervinientes, como el presidente de la Liga Arabe, Amr Moussa, y el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon. 'Están matando gente', incidió Erdogan. '¿Entiende una situación en la que cientos de cohetes caen cada día sobre mujeres y niños que no pueden dormir tranquilos, que tienen que dormir en refugios? ¿Qué le pasa? No lo entiende y yo no estoy dispuesto a admitir mentiras', le contestó Peres.

Cuando Erdogan pidió la palabra al moderador, el columnista de 'The Washington Post' David Ignatius, éste le contestó que esperara. Entonces, el primer ministro turco comenzó a hablar en su idioma: 'Recuerdo a dos ex primeros ministros de su país que dijeron sentirse muy felices cuando entraron los tanques en Palestina. Creo que es muy triste que la gente aplauda lo que dicen. Ha habido muchos muertos'. Ignatius le interrumpió, pero cuando Erdogan le pidió que le dejara terminar, el columnista le contestó que era hora de que los invitados fueran a cenar, por lo que el jefe del Ejecutivo turco dio las gracias tres veces y se marchó. Para Moussa, la actuación de Erdogan es 'comprensible'. 'Dijo lo que quería decir y luego se marchó. Eso es todo. Hizo lo correcto. Israel no escucha', afirmó.

Recibimiento de héroe

Por otro lado, miles de personas recibieron a primera hora de la mañana del viernes al primer ministro turco a su llegada al aeropuerto de Estambul. La multitud, con banderas turcas y palestinas, coreaba consignas a favor de Erdogan, y aplaudieron sin fisura su actitud porque, como señaló en declaraciones a la BBC el habitante de Estambul Mustafá Mastar, Erdogan 'mostró el poder de los turcos'. Por ello, otra persona entre la multitud, Mustafá Sahin, se declaró 'orgulloso' y 'realmente feliz'. Hasta el alcalde de la ciudad, Kadir Topbas, acudió a esta ceremonia de recepción improvisada.

Entre la multitud, había una gran pancarta en la que se podía leer 'You'll never walk alone', y otras de menor tamaño, con distintas consignas, como 'el conquistador de Davos'. Sin embargo, desde diversos medios de comunicación turcos se ha criticado fuertemente la actitud de su primer ministro, a pesar de que también están en contra de la intervención de Israel en Gaza, pero consideran que no es de recibo el escándalo diplomático.

Antes de partir de vuelta a casa, Erdogán manifestó que sólo sabía que tenía 'que proteger el honor de Turquía y del pueblo turco'. 'No soy el jefe de ninguna tribuno. Soy el primer ministro de Turquía, y tengo que hacer lo que tengo que hacer', agregó ante los periodistas, en vista de la expectación levantada por su gesto.

Te puede interesar