El primer ministro clausuró el congreso de los torys mostrándose partidario del matrimonio gay

Esfuerzo y 'orgullo británico', recetas anticrisis de Cameron

James Cameron, durante su discurso en la clausura del congreso del Partido Conservador. (Foto: L. PARNABY)
El primer ministro británico, David Cameron, dijo ayer en Manchester (norte de Inglaterra) que, aunque la situación económica es grave, el Reino Unido puede 'darle la vuelta' con esfuerzo y orgullo nacional, al tiempo que afirmó que Gran Bretaña no entrará en el euro en tanto que él sea primer ministro.
El líder tory afirmó que con 'las ideas, el enfoque y el liderazgo adecuado' es posible hacer frente a la crisis, en un discurso de clausura del congreso del Partido Conservador que trató de contagiar optimismo pero apenas entusiasmó a los delegados. 'Soy consciente de lo duras que son las cosas y no subestimo ni por un minuto la preocupación de los ciudadanos, bien sea para llegar a fin de mes -señaló- o por el estado de la economía mundial, pero necesitamos reaccionar y no dejarnos paralizar por el miedo'.

Su intervención llega en un momento de gran inquietud por los problemas de deuda que afectan a la zona euro y la ralentización económica del Reino Unido, cuyo Producto Interior Bruto (PIB) creció solo una décima en el segundo trimestre, por debajo del 0,2 por ciento estimado inicialmente.

Sin abandonar el tono por lo general optimista de su intervención, que duró 50 minutos, Cameron consideró prioritario 'gestionar las deudas' como primer paso para impulsar el crecimiento y la creación de empleo. Dijo que la amenaza actual para la economía global y el Reino Unido 'es tan grave hoy como lo era en 2008 cuando estalló la recesión mundial'.

Al margen de la economía, Cameron se refirió a otros temas de interés nacional, entre los que destacó la importancia del control de la inmigración, al tiempo que se mostró partidario de legalizar el matrimonio gay.

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