La esposa del abogado chino Gao Zhisheng pide verlo vivo o muerto

La esposa del abogado de derechos humanos Gao Zhisheng, desaparecido desde 2009 y al que las autoridades chinas condenaron a tres años de cárcel el pasado 16 de diciembre, pidió hoy a través de una ONG ver a su marido 'vivo o muerto'.

Geng He, exiliada en Estados Unidos desde principios de 2009 con los dos hijos del matrimonio, pidió hoy al régimen chino que le permita reunirse con su marido 'para saber si está vivo o, al menos, ver su cadáver en caso de que haya muerto', señaló hoy a la ONG Human Rights in China (HRIC) en un comunicado.

Geng aseguró que los familiares de Gao están 'extremadamente preocupados' porque le haya pasado algo. 'Habíamos oído rumores de que había sido acosado hasta la muerte en prisión, teníamos los nervios de punta esos días'.

Según la entrevista a Geng He, difundida hoy por la organización humanitaria, la familia cree que 'Gao ha sido maltratado más allá de lo imaginable y por este motivo ha sido transferido a otra prisión, para cubrir cualquier información' sobre su estado.

Desde que las autoridades judiciales chinas dieron a conocer la nueva condena contra Gao Zhisheng, caído en desgracia tras defender casos de derechos humanos, la Unión Europea, EEUU y diversas agencias de la ONU piden a Pekín explicaciones sobre su paradero.

El portavoz de la cancillería china Liu Weimin respondió a estas peticiones que su país maneja el caso de acuerdo con la ley, sin ofrecer más detalles.

Entre las voces que demandan explicaciones por la situación de Gao, la alta representante de la Unión Europea, Catherine Ashton, pidió ayer la liberación del abogado chino.

'Esperamos que otros países no interfieran en los asuntos internos de China ni en su soberanía judicial. También esperamos que Europa contribuya más a mejorar la confianza mutua' entre Bruselas y Pekín, concluyó el portavoz chino.

Gao, nombrado en 2001 como uno de los letrados más destacados del país por el propio Ejecutivo chino, empezó a ser objeto de acoso por las autoridades cuando aceptó representar a miembros perseguidos del movimiento religioso Falun Gong, ilegalizado por Pekín en 1999 cuando contaba con 60 millones de seguidores.

Como represalia por su defensa de éste y otros casos delicados para el régimen chino, Pekín revocó su licencia, cerró su bufete y sometió a su familia a una vigilancia y acoso continuos, detallados por la esposa en su entrevista con HRIC.

El abogado, varias veces candidato al Premio Nobel de la Paz, ha sido detenido en numerosas ocasiones desde que en 2006 empezó a defender estos casos controvertidos, y durante los periodos de libertad denunció a los medios extranjeros las crueles torturas a las que fue sometido durante sus encierros.

Geng He pidió a la comunidad internacional que siga presionando a Pekín para dar a conocer su caso y conseguir su liberación.

Te puede interesar