LUCHA CONTRA EL ESTADO ISLÁMICO

Las fuerzas iraquíes liberan la ciudad de Ramadi, en manos del EI desde mayo

La pérdida de la ciudad permitirá a las fuerzas gubernamentales centrarse en la liberación de Mosul, el principal feudo del grupo extremista en Irak, situado en el norte del país

El Gobierno de Irak anunció hoy la "liberación total" de la ciudad de Ramadi, capital de la provincia de Al Anbar (oeste), después de una semana de combates contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI), que la conquistó en mayo.

Las fuerzas iraquíes informaron en un comunicado con tono triunfante de "la maravillosa epopeya de la recuperación de Ramadi de las garras del odioso Daesh (acrónimo árabe del EI) y de la liberación de los barrios de la ciudad uno tras otro".

La operación para recuperar el control del núcleo de la ciudad comenzó hace una semana y las tropas gubernamentales, apoyadas por la aviación nacional y de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, han avanzado en todas las direcciones, hasta hacerse el domingo con el complejo gubernamental, en el centro de la urbe.

Fuentes militares dijeron a Efe que las fuerzas iraquíes continuaron hoy su labor para eliminar los artefactos explosivos plantados por el EI para frenar el avance de sus enemigos y que unos 300 fueron encontrados en los alrededores del complejo gubernamental.

Mientras, la policía de Al Anbar se desplegó en las zonas que ya fueron limpiadas de las bombas y minas, y cuando los agentes se hayan cerciorado que los barrios son seguros, podrán comenzar a regresar las familias que huyeron tras la irrupción del EI.

El comandante de la Policía local, Hadi Rezi, pidió en un mensaje dirigido a los ciudadanos de Al Anbar "beneficiarse de esta catástrofe y unirse contra los terroristas", que aún tienen una destacada presencia en esta provincia, la más grande de Irak.

Por su parte, el primer ministro, Haidar al Abadi, felicitó a los iraquíes y consideró que 2015 ha sido el año de la liberación y 2016 será el del "triunfo final contra el EI", cuando se acabe con su presencia en territorio iraquí.

Al Abadi destacó que Ramadi podría haber sido liberada antes si el EI no hubiera tomado como rehenes a los civiles, y si no hubiera minado hospitales, escuelas y otros edificios.

El gobernador de Al Ramadi, Suhaib al Raui, anunció con orgullo que la bandera iraquí vuelve a ondear sobre el complejo gubernamental y prometió el regreso de los desplazados a la ciudad después de que se desactiven los artefactos explosivos y se restauren los servicios básicos y los edificios dañados.

Al Raui pidió a la comunidad internacional que contribuya a la reconstrucción de Ramadi, para lo que se necesitan grandes sumas de dinero, y Alemania ya anunció que apoyará "de manera activa a Irak en la reconstrucción y en todas las medidas que permitan el regreso a Ramadi de sus habitantes", según su ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier.

Asimismo, el gobernador también informó de la muerte de más de 1.000 combatientes del EI en la batalla por la liberación de Ramadi, entre los que figuran árabes y extranjeros.

Por su parte, el portavoz de la coalición internacional antiyihadista, el coronel Steve Warren, dijo en un comunicado oficial que "hoy es un momento de orgullo para Irak".

"Felicitamos a las fuerzas de seguridad iraquíes por sus continuos éxitos frente al EI en Ramadi", señaló Warren.

Agregó que "la limpieza del complejo gubernamental es un logro muy significativo y el resultado de muchos meses de duro trabajo por parte del Ejército iraquí, las fuerzas antiterroristas, la aviación iraquí, la policía local y federal, y los milicianos tribales".

El Mando de Operaciones de las Fuerzas Conjuntas, que engloba a todos esos cuerpos, también destacó en un comunicado la participación de todos ellos en la operación de Ramadi, incluidas las milicias chiíes gubernamentales y tribus suníes de la zona.

Warren detalló que la coalición internacional apoyó las operaciones terrestres con 630 bombardeos sobre Ramadi, además de ofrecer entrenamiento y equipamientos especiales a las fuerzas iraquíes para su misión.

La operación, que se dividió en tres fases, comenzó a principios de diciembre, cuando las tropas consiguieron recuperar áreas periféricas de Ramadi, pero su avance fue detenido por los yihadistas que, entre otras cosas, impidieron a los civiles salir de la ciudad para no ser bombardeados.

La pérdida de Ramadi supone un duro golpe para el EI y permitirá a las fuerzas gubernamentales centrarse en la liberación de Mosul, el principal feudo del grupo extremista en Irak, situado en el norte del país.

El Ejército iraquí subrayó hoy que reconquistará "el resto de ciudades robadas", en alusión a aquellas que permanecen en manos de los yihadistas y que, en algunos casos, las tropas no han podido recuperar a pesar de haberlo intentando.

El presidente del Parlamento iraquí, Salim al Yaburi, invitó a aprovechar "el impulso de esta victoria y el colapso del ánimo del enemigo terrorista para realizar más avances en varios ejes" en otras zonas del país.

El EI conquistó Mosul en junio de 2014 y a fines de ese mes proclamó un califato en las vastas zonas bajo su control de Irak y la vecina Siria.

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