Las fuerzas sirias matan a un terrorista que transportaba 1.200 kilos de explosivos

Las autoridades sirias aseguraron haber frustrado ayer un atentado suicida en una barrio de la ciudad de Alepo, al día siguiente de que la explosión de dos coches bomba causara la muerte de 55 personas en la periferia de Damasco. Una fuente oficial, citada por la agencia estatal Sana, explicó que las fuerzas de seguridad evitaron una nueva masacre al interceptar al terrorista, después de que este embistiera a dos agentes en el populoso barrio de Al Sheaar.
El terrorista conducía una furgoneta cargada con 1.200 kilogramos de material explosivo y al verse acorralado hizo estallar el cinturón de explosivos que llevaba adosado al cuerpo, según la fuente, que no documentó víctimas salvo el propio agresor. También en Alepo, Sana informó del estallido de un artefacto instalado por 'un grupo terrorista armado' en una avenida del barrio Seif el Daula, que causó destrozos materiales. Estos actos terroristas ocurren después de que el jueves al menos 55 personas murieran y 372 resultaran heridas en el atentado más sangriento desde el inicio de la revuelta contra el régimen de Bashar al Asad en marzo de 2011.

Las autoridades acusaron de este atentado a 'grupos terroristas armados, apoyados por partes extranjeras'. Mientras, los grupos opositores denunciaron que las fuerzas de seguridad abrieron fuego contra varias manifestaciones convocadas ayer en el país.

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