El máximo líder del grupo chií libanés Hezbolá, Hasán Nasralá, ha advertido este miércoles de que la milicia vengará la muerte, hace tres años, del comandante Imad Moughniyeh, fallecido el 12 de febrero de 2008 por un atentado ocurrido en Damasco y del que Hezbolá acusa a Israel.
'Le digo a los líderes y generales sionistas: a cualquier lugar que vayáis, en cualquier momento, miraos las manos porque la sangre de Imad Moughniyeh no será olvidada', según un discurso de Nasralá con motivo del tercer aniversario del atentado.
El líder de Hezbolá ha reiterado la capacidad de su grupo para hacerse con el control de zonas del norte de Israel si estalla una guerra entre los dos bandos. Responde de esta forma a las recientes declaraciones del ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, quien advirtió de que las tropas utilizadas en la guerra del verano de 2006 podrían ser convocadas de nuevo.
'Yo les digo a los guerrilleros de Hezbolá, estad listos en caso de que se fuerce una guerra sobre Líbano, los líderes de la resistencia pueden pediros tomar Galilea', ha subrayado Nasralá, en alusión al territorio fronterizo.
El año pasado, el máximo responsable de Hezbolá ya señaló que, en caso de guerra, el grupo atacaría todos los buques civiles, comerciales y militares que se dirijan a la costa israelí y amenazó con golpear el aeropuerto de Ben Gurion si Israel ataca el de Beirut.
Las últimas amenazas de Nasralá llegan un día después de que el Gobierno de Benjamin Netanyahu anunciase el cierre de cuatro misiones diplomáticas en el extranjero. Aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores del Estado hebreo no concretó a qué países afectaban estos cierres, sí reveló la activación de alertas de seguridad en Egipto, Turquía, Azerbaiyán, Georgia, Costa de Marfil, Malí, Mauritania y Venezuela.
