Investigan sobre más cómplices de la célula terrorista neonazi en Alemania

La célula terrorista neonazi responsable de una decena de asesinatos de extranjeros en Alemania puede haber tenido más cómplices de los que se conocen hasta el momento, dijo hoy el presidente de la Comisión Parlamentaria para el Control de los Servicios Secretos (PKG), Thomas Oppermann.

'Los terroristas tuvieron más cómplices, hay pistas que así lo indican', dijo Oppermann tras salir de una sesión a puerta cerrada del PKG a la que asistieron representantes de los servicios de seguridad.

Oppermann explicó que no podía ser más concreto al respecto, para no poner en peligro las investigaciones de las autoridades.

Hasta ahora, hay dos detenidos en relación con la serie de asesinatos neonazis que se iniciaron a comienzos de la década pasada y se prolongaron durante casi diez años.

Se trata de Beate Zschäpe, de 36 años, que se entregó la pasada semana a las autoridades y que formaba parte del trío central de la autodenominada Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), a la que pertenecían también Uwe Mundlos y Uwe Bönhardt, cuyos cadáveres aparecieron el pasado día 4 en una autocaravana incendiada en Eisenach

A ella se suma Holger G., de 37 años, procedente como los anteriores del germano oriental estado de Turingia, contra el que la justicia dictó ayer orden de encarcelamiento por colaboración con banda armada, tras confirmarse que cedió su documentación al trío asesino para que alquilaran vehículos y viviendas.

Según informaciones de la Primera Cadena de la Televisión Alemana (ARD), hay además otro presunto cómplice del trío, identificado como Mathias D., residente en Johanngeorgenstadt (este de Alemania) que habría alquilado un piso en el que Beate Zschäpe vivió bajo nombre falso entre 2001 y 2009.

Oppermann criticó, por otra parte, a las dependencias regionales de la Oficina para la Protección de la Constitución -servicio secreto para interior- en los estados federados de Hesse y Turingia.

En Hesse, centro del país, un agente de la Oficina para la Protección de la Constitución estuvo presente en el lugar en el que fue asesinado un turco de 21 años aunque, según su testimonio, dejó el cibercafé donde se produjo el crimen un minuto antes de los disparos.

En todo caso, según Oppermann, era una persona cercana a la extrema derecha que ya no trabaja para la Oficina para la Protección de la Constitución.

En Turingia, a finales de los años 90, el trío fue investigado por la Oficina para la Protección de la Constitución, pese a lo cual los tres pudieron desaparecer sin problemas y pasar a la clandestinidad después de que se dictara orden de detención por posesión de bombas de fabricación casera contra ellos el 28 de enero de 1998.

Oppermann manifestó su satisfacción por el hecho de que la Oficina Federal de lo Criminal (BKA) haya asumido las investigaciones y exigió que se dejen de minimizar, como sucedía hasta ahora, los crímenes de la extrema derecha en Alemania.

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