Asegura que no hubo fraude en las elecciones y que cualquier queja debe canalizarse por medios legales

Jamenei pide a la oposición iraní que ponga fin a las protestas

El presidente iraní Mahmud Ahmadineyad durante la oración. (Foto: STR)
En su esperado sermón del viernes, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, se dirigió a la nación por primera vez desde las elecciones presidenciales y pidió poner fin a las masivas protestas en contra de los resultados.
Después de una introducción sobre temas religiosos y la necesidad de orar, el ayatolá fue directo al grano con respecto a las polémicas elecciones.

Dijo que Mahmud Ahmadineyad había ganado por 11 millones de votos, un total que era impensable manipular. 'La República Islámica no hace trampas', aseguró, al tiempo que elogió el nivel de participación en los comicios del 12 de junio, diciendo que era algo que no ocurría desde 1979. Agregó que ésto demostraba que los iraníes aman su Estado.

Sin embargo, criticó las protestas callejeras y pidió que se suspendieran. Reconoció que los debates y las polémicas estaban bien, pero que 'las diferencias se deben resolver en las urnas y no en las calles'.

Añadió que cualquier duda debía ser expresada por canales legales. 'No aceptaré ninguna iniciativa ilegal', indicó, al tiempo que advirtió que si la oposición no suspendía las manifestaciones, 'ellos serán responsables de las repercusiones negativas, la tensión y el caos'.

PALABRAS CONCILIADORAS

No obstante, tuvo palabras conciliadoras para con los candidatos opositores al destacar que todos eran hombres de la revolución islámica.

El discurso de Jamenei -quien respalda la reelección del presidente Ahmadineyad- tuvo lugar durante las plegarias del viernes en la Universidad de Teherán, lugar que ha sido escenario en los últimos días de varios enfrentamientos entre la policía y estudiantes.

Las autoridades instaron a las personas a acercarse a escuchar al ayatolá. Muchos de los asistentes llegaron en autobús. Miles estuvieron presentes y centenares de miles siguieron el discurso. La cantidad de gente que el líder pudiera reunir eran tan importante como lo que iba a decir.

Jamenei parece haberse apostado todo a que se mantenga el resultado electoral y Ahmadineyad como presidente. Queda por ver cual será la respuesta de la oposición, si atenderán el llamado del líder supremo o deciden continuar con las protestas.

Los manifestantes anunciaron con anterioridad que habría nuevas movilizaciones el sábado, pero todo apunta a que habrá mano dura si estas continúan.

De acuerdo con la Constitución de la república, el líder supremo tiene poderes ilimitados para gobernar el país y determinar las políticas a seguir.

MARCHA MASIVA

La intervención de Jamenei se dio tras seis días consecutivos de protestas por parte de seguidores del derrotado candidato Mir Hossein Mousavi, que denuncian que la votación fue fraudulenta.

Más de 100.000 personas marcharon este jueves por las calles de Teherán. La manifestación empezó en silencio, con muchos de los asistentes vestidos de negro en señal de luto por los ocho muertos en los enfrentamientos con la policía. Luego, varios de los manifestantes corearon cánticos a favor del derrotado candidato presidencial Mir Hossein Mousavi, quien asistió a la manifestación para dirigir unas palabras a la multitud.

Mousavi y sus seguidores alegan que las elecciones del viernes 12 de junio fueron fraudulentas y piden que se celebren de nuevo, algo que el influyente y ultra conservador Consejo de Guardianes rechazó. Este órgano anunció en cambio que está listo para recontar los votos en algunos lugares.

Press TV, la versión en inglés de la televisión estatal de Irán, reportó que, en su breve discurso, Mousavi hizo un llamado a mantener la calma y el control.

En la capital iraní, parece que ambas partes -gobierno y oposición- estan tratando de evitar grandes enfrentamientos, pero se está viviendo una situación límite que dificulta cualquier predicción. La jornada de duelo se observó también en otros lugares fuera de Teherán.

Las autoridades han impuesto fuertes restricciones a la BBC y a otros medios extranjeros. Los periodistas no pueden cubrir manifestaciones no autorizadas, ni pueden moverse a voluntad por Teherán. Sin embargo, no se controla lo que escriben o dicen.

Mientras tanto, el presidente Ahmadineyad apareció en la televisión estatal matizando sus comentarios anteriores en los que comparaba a los manifestantes con furiosos fanáticos de fútbol. 'Me refería a aquellos que causan disturbios, aquellos que prenden fuego (a edificios) y atacan a la gente... Dije que esos individuos... son ajenos a nuestra nación'. Y agregó: 'Enfaticé que esta victoria electoral pertenece a 70 millones de iraníes y a los 40 millones que votaron. Todos son ganadores. Los iraníes son mucho más valorados y respetados, y el gabinete pertenece a todos los iraníes'.

Las protestas se dieron al tiempo que el poderoso Consejo de Guardianes recordó que había invitado a Mousavi y a los otros dos candidatos derrotados, Mehdi Karraoubi y Mohsen Rezai, a una reunión para discutir sus quejas con respecto a las elecciones. Se desconoce si los tres candidatos aceptaron la invitación.

El portavoz del Consejo, Abbasali Khadkhodai, dijo que se inició una 'cuidadosa investigación' de las 646 quejas formales presentadas por los tres retadores.


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