entrevista

Joshua Wong, el veinteañero que trae de cabeza al "imperio" chino

636344224966752748w (1)
photo_camera El líder prodemocracia Joshua Wong, uno de los rostros más conocidos de la "Revolución de los Paraguas", durante una entrevista con la Agencia EFE, en hong Kong, China, hoy, 30 de junio de 2017.

El joven y otros 25 activistas fueron detenidos el miércoles tras ocupar una estatua de la ciudad

Hace pocas horas que ha sido liberado de su último arresto por protestar contra Pekín y se le ve notablemente fatigado, pero Joshua Wong, el joven que lleva de cabeza al régimen chino, no se rinde. "No todo está bajo control del emperador Xi", asegura en referencia al presidente del país.

Las cámaras le persiguen. Con tan sólo veinte años, Wong se ha convertido en uno de los jóvenes más influyentes del mundo, haciéndose hueco en revistas de prestigio como TIME; y los focos que se agolpan hoy sobre él dan crédito de ello.

"Empieza, empieza...", mientras la jefa de prensa del partido del que es secretario, el liberal Demosisto, le saca de un barullo de cámaras internacionales para acercarle a su primera entrevista individual de la tarde.

Wong tiene cola y poco tiempo, y es consciente de ello. "Me han detenido ilegalmente durante 33 horas", denuncia claro y conciso nada más comenzar a hablar con Efe.

El joven y otros 25 activistas fueron detenidos el miércoles tras ocupar una estatua de la ciudad. Faltaba un día para que llegara el presidente Xi Jinping a la ciudad para su primera visita como jefe de Estado y fue su oportunidad para hacer ruido.

"Libertad para Liu Xiaobo", el premio Nobel chino excarcelado condicionalmente por sufrir un cáncer terminal; "democracia para Hong Kong", fueron sus reclamos de forma previa a la llegada del líder.

"Hemos perdido el tiempo en comisaría", se queja Wong. Él y sus otros compañeros denunciaron hoy ante la prensa que los agentes "abusaron de su poder" al mantenerles retenidos durante más tiempo del necesario para evitar inconvenientes durante el recorrido de Xi por la ciudad.

"Pero esta noche mismo estaré en la protesta frente al centro de exhibiciones", donde Xi asistirá a un acto, advierte Wong, cuyo ascenso a la cúspide del activismo político se confirmó durante la "Revolución de los Paraguas" de 2014, las protestas prodemocráticas en las que tuvo un papel central.

No todo está bajo el control del Partido Comunista, según el joven, pero de momento Xi está logrando evitar la confrontación.

Aunque ambos compartan el mismo escenario, Xi no se cruzará con Joshua Wong ni con las manifestaciones a favor de la democracia e incluso la independencia que se multiplican en la ciudad. El líder comunista está centrado en su objetivo: celebrar los 20 años de Hong Kong en China tras la devolución del territorio por parte de los británicos.

Pero para Wong y sus coetáneos no hay motivo de celebración, pues el aniversario evidencia las promesas "rotas" del régimen.

Cuando el Ejecutivo de Margaret Thatcher devolvió Hong Kong a China, Pekín firmó una serie de compromisos hasta 2047: entre ellos, permitir que la ciudad disfrutara de libertades impensables en otras partes del país, como independencia judicial o libertad de expresión, y garantizar el sufragio universal en un futuro.

"Tenemos derecho a determinar nuestro destino. En el largo plazo, la sociedad hongkonesa recuperará el derecho de elegir a sus políticos", asegura el líder estudiantil en tono optimista, a pesar de las batallas perdidas.

La "Revolución de los Paraguas" acabó tras casi tres meses de protestas sin conseguir su objetivo, el sufragio universal, y desde entonces las injerencias de Pekín en la isla han ido en aumento, según critican grupos liberales.

Ello ha contagiado de pesimismo a muchos jóvenes que participaron en aquel movimiento y ahora se plantean abandonar la ciudad.

"Si hubiera pesimismo, Nathan Law no se hubiera convertido en el diputado más joven de la historia" del Parlamento hongkonés, refuta el joven, en referencia a su compañero de Partido, quien consiguió un asiento en el Legislativo en 2016.

"El activismo joven es la salida. Aún puede lograr cambios en la sociedad", mantiene.

Con la nueva jefa del Gobierno regional, Carrie Lam, quien tomará posesión del cargo el sábado, Wong augura que el control chino de Hong Kong irá a más. Es un "títere de Pekín", dice, pero "nosotros intentaremos todo lo posible para que le quede claro que Hong Kong no está bajo su control".

Su fin es la democracia y asegura que no se detendrá hasta conseguirlo: "No queremos tener un caso como el de Liu Xiaobo en Hong Kong". 

Te puede interesar