CONFLICTO UCRANIA-RUSIA

Kiev y el bloque separatista pactan un nuevo alto el fuego

Bielorrusia reúne hoy a los líderes de Ucrania, Alemania, Francia y Rusia en busca de soluciones

Ucrania y los separatistas prorrusos acordaron ayer un alto el fuego y la retirada del armamento pesado durante las negociaciones de paz celebradas en Minsk con mediación de Rusia y de la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa), según informó la agencia rusa TASS. Además, las partes acordaron un mecanismo de control sobre el cumplimiento del cese de las hostilidades.

Kiev y los negociadores rebeldes abordaron el estatus de las regiones de Donetsk y Lugansk y la celebración de elecciones locales en las zonas bajo control rebelde, según la fuente que no fue identificada por la agencia rusa. Los rebeldes no renuncian a la independencia, mientras el Gobierno ucraniano únicamente está dispuesto a conceder a los territorios secesionistas una autonomía limitada. En cuanto a los comicios, Kiev no reconoce las elecciones separatistas celebradas el pasado 2 de noviembre condenadas por la comunidad internacional y que Rusia respetó, pero no llegó a reconocer.

El negociador de la autoproclamada república popular de Donetsk, Denís Pushilin, aseguró a la prensa que los separatistas habían entregado a las otras partes un proyecto de arreglo político y militar del conflicto que estalló en abril de 2014. Seguidamente, se anunció una pausa en las negociaciones y tanto el expresidente de Ucrania Leonid Kuchmá, como la representante de la OSCE, Heidi Tagliavini, abandonaron el lugar para consultas.



cruce de acusaciones

La OSCE advirtió de que la muerte de 15 personas ayer en el bombardeo de Kramatorsk, ciudad bajo control gubernamental en la región de Donetsk, agrava la situación en la zona de conflicto justo cuando tienen lugar negociaciones de paz. El presidente ucraniano, Petró Poroshenko, acusó a los rebeldes de atacar la sede del Estado Mayor de las fuerzas gubernamentales y una zona residencial de esa ciudad, bastión prorruso tomado por Kiev a mediados de 2014.

Según los expertos, del éxito de las negociaciones de ayer depende la convocatoria de la cumbre en la capital bielorrusa entre Ucrania, Rusia, Alemania y Francia, en la que estos países abordarán una solución para el conflicto.

En la víspera de la cumbre, el presidente estadounidense, Barack Obama, telefoneó a su homólogo ruso, Vladimir Putin, para discutir "la escalada de violencia en el este de Ucrania" y el "continuo apoyo" a los separatistas prorrusos por parte de Moscú.

Desde Alemania, el ministro de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, afirmó que la cumbre de Minsk es una "gran oportunidad" para "desactivar" el conflicto en el este de Ucrania, pero dijo que "aún no se ha ganado nada". El jefe de la diplomacia alemana, especialmente involucrado como mediador en el diálogo entre Moscú y Kiev, advirtió en rueda de prensa de que "la convocatoria de la cumbre" de los líderes de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia "no asegura su éxito".

El presidente francés, François Hollande, aseguró que acudirá a la cumbre de Minsk junto a la canciller alemana, Angela Merkel, "con la firme voluntad de conseguir" un acuerdo de paz para Ucrania.

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