Los conservadores infligieron este viernes una nueva derrota al Partido Laborista del primer ministro británico, Gordon Brown, tras alzarse con la victoria en las elecciones parciales celebradas en la circunscripción de Norwich Norte para ocupar un escaño vacante en la Cámara de los Comunes con una ventaja de más de 7.000 votos.
La candidata 'tory', Chloe Smith (en la foto), obtuvo 13.591 votos, el 39,5%, más del doble que el candidato laborista, Chris Ostrowski, quien recibió 6.243 votos, el 18,6%. Los laboristas tenían hasta ahora una ventaja de 5.000 votos. Smith, con 27 años, se convertirá ahora en la diputada más joven de la Cámara de los Comunes.
Las elecciones, las primeras desde que estalló el escándalo sobre los gastos de los diputados hace dos meses, vinieron motivadas precisamente por la dimisión del laborista Ian Gibson, al que su partido prohibió presentarse de nuevo debido precisamente a su implicación en la citada polémica. Gibson había solicitado casi 80.000 libras en gastos para su segunda vivienda, un piso en Londres que posteriormente vendió a un precio menor a su propia hija.
Los conservadores están muy satisfechos con la victoria y confía en que ésta sea el preludio de las elecciones generales, para la que todos los sondeos les dan ya una mayoría clara. 'Es una victoria fantástica, para el Partido Conservador y para Chloe Smith', declaró Theresa May ,una de las componentes del 'gabinete en la sombra' de los 'tories', a la BBC Radio 4.
'Hemos revertido una mayoría laborista de 5.500 para pasar a una mayoría conservadora de más de 7.000. Si mantenemos este escaño en las elecciones generales, tendremos una mayoría de más de 100' en la Cámara de los Comunes, añadió.
Mientras, desde el Partido Laborista, se ha aceptado la derrota. 'Es muy decepcionante y es realmente una reflexión de las circunstancias sin precedentes', afimró la 'número dos' del partido, Harriet Harman, en declaraciones a la BBC.
No obstante, atribuyó la victoria conservadora a que 'nuestros votantes se quedaron en casa u optaron por otros pequeños partidos' como causa de la derrota, más que 'a un gran cambio del Laborismo a los Conservadores, ya que su resultado sólo subió un 6% frente a una caída en la participación'.
Uno de los miembros del gabinete de Brown, Ben Bradshaw, intentó restar importancia al resultado. En declaciones a Sky News, subrayó que las elecciones eran 'difíciles dada la situación económica y el escándalo de los gastos'. En este sentido, subrayó que 'la elección que realmente importa es la elección que decida al gobierno del país que se producirá en los próximos nueve meses'.
Las elecciones, las primeras desde que estalló el escándalo sobre los gastos de los diputados hace dos meses, vinieron motivadas precisamente por la dimisión del laborista Ian Gibson, al que su partido prohibió presentarse de nuevo debido precisamente a su implicación en la citada polémica. Gibson había solicitado casi 80.000 libras en gastos para su segunda vivienda, un piso en Londres que posteriormente vendió a un precio menor a su propia hija.
Los conservadores están muy satisfechos con la victoria y confía en que ésta sea el preludio de las elecciones generales, para la que todos los sondeos les dan ya una mayoría clara. 'Es una victoria fantástica, para el Partido Conservador y para Chloe Smith', declaró Theresa May ,una de las componentes del 'gabinete en la sombra' de los 'tories', a la BBC Radio 4.
'Hemos revertido una mayoría laborista de 5.500 para pasar a una mayoría conservadora de más de 7.000. Si mantenemos este escaño en las elecciones generales, tendremos una mayoría de más de 100' en la Cámara de los Comunes, añadió.
Mientras, desde el Partido Laborista, se ha aceptado la derrota. 'Es muy decepcionante y es realmente una reflexión de las circunstancias sin precedentes', afimró la 'número dos' del partido, Harriet Harman, en declaraciones a la BBC.
No obstante, atribuyó la victoria conservadora a que 'nuestros votantes se quedaron en casa u optaron por otros pequeños partidos' como causa de la derrota, más que 'a un gran cambio del Laborismo a los Conservadores, ya que su resultado sólo subió un 6% frente a una caída en la participación'.
Uno de los miembros del gabinete de Brown, Ben Bradshaw, intentó restar importancia al resultado. En declaciones a Sky News, subrayó que las elecciones eran 'difíciles dada la situación económica y el escándalo de los gastos'. En este sentido, subrayó que 'la elección que realmente importa es la elección que decida al gobierno del país que se producirá en los próximos nueve meses'.
