La ministra de Interior británica considera que su seguridad quedaría 'seriamente comprometida'

Londres advierte a Escocia de los riesgos de su independencia

La ministra de Interior británica, Theresa May, durante una comparecencia ante la prensa. (Foto: STRINGER.)
La ministra de Interior británica, Theresa May, advirtió ayer de que Escocia afrontaría mayores riesgos de seguridad si se independizara, ya que no tendría acceso 'automático' a la información de inteligencia de la que dispone el Reino Unido. May presentó ayer un documento de 66 páginas en el que el Gobierno británico sostiene que una Escocia independiente vería reducida su capacidad para detectar y prevenir el terrorismo, así como para combatir el crimen organizado y la ciberdelincuencia.
'El Reino Unido no estaría en posición de proteger los intereses escoceses como lo hace en el presente. Escocia sería un Estado separado y no podría compartir las agencias de inteligencia y seguridad británicas por razones de soberanía y responsabilidad democrática', afirmó la titular de Interior.


REFERÉNDUM EN 2014

Los escoceses a partir de 16 años podrán participar en un referéndum el 18 de septiembre de 2014 en el que se someterá a votación la pregunta '¿Debería Escocia ser un país independiente?'.

La separación del Reino Unido 'expondría a los escoceses a mayores riesgos' de seguridad, aseguró May, quien presentó un documento en el que se subraya que Escocia afronta diversas amenazas internacionales.

El análisis resalta que el aeropuerto de Glasgow fue objetivo de un atentado en 2007, por el que fue condenado a cadena perpetua el médico de origen iraquí Bilal Abdulla y en el que murió su cómplice, el indio Kafeel Ahmed.

La responsable británica de Interior subrayó que, si bien el Reino Unido colaboraría en tareas de seguridad con una eventual Escocia independiente, esa asistencia no sería 'transparente, automática y natural', sino que sería más lenta y controlada.

El Partido Nacionalista Escocés (SNP) del ministro principal de Escocia, Alex Salmond, consideró por su parte una 'irresponsabilidad tratar de politizar asuntos de seguridad y antiterrorismo de esta forma'. Para la diputada de la formación nacionalista escocesa Christine Grahame, el documento del Ejecutivo británico 'ignora por completo que Escocia es ya una jurisdicción independiente en cuanto a justicia y policía, y se convuierte en un acto de amenaza ante el referéndum del próximo año'.

Blair Jenkins, responsable de la campaña a favor de la independencia de Escocia 'Yes Scotland', afirmó pòr su parte que 'la seguridad es sobre todo un asunto de cooperación internacional'.

Hace unos meses, el Ministerio británico de Finanzas ya había advertido de que una Escocia independiente se encontraría con un sector financiero sobredimensionado en comparación con el tamaño de su economía y, por tanto, sería tan 'vulnerable' a una crisis bancaria como la de Chipre.

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