El Gobierno británico ha decidido suministrar equipos de telecomunicaciones a los rebeldes libios, según afirmó hoy el ministro de Exteriores, William Hague, quien aclaró que en ningún caso se está armando a la oposición a Muamar el Gadafi.
En una comparecencia en la Cámara de los Comunes, Hague declaró que 'estamos preparados para suministrar equipamiento no-letal para contribuir a la protección de vidas civiles y a la entrega de ayuda humanitaria', lo que, según subrayó, no incluirá armas.
'Dada la urgente necesidad del Consejo Nacional de Transición (libio) de tener equipos de telecomunicaciones, el Consejo de Seguridad Nacional (británico) ha decidido esta mañana suministrarles este equipamiento', dijo el ministro.
Agregó: 'Como expliqué ante la cámara la semana pasada, no estamos armando a las fuerzas de oposición'.
El secretario del Foreign Office dejó clara la voluntad del Gobierno británico de apoyar a las fuerzas anti-Gadafi e informó de que ha enviado una nueva misión diplomática a la ciudad de Bengasi para incrementar el grado de cooperación con las fuerzas de oposición en Libia.
En la declaración que leyó ante el Parlamento, Hague volvió a pedir a los representantes del régimen de Trípoli que deserten siguiendo los pasos del ministro de Exteriores, Musa Kusa, que la semana pasada voló al Reino Unido para renunciar a su cargo.
El jefe de la diplomacia británica aseguró que su país tratará con 'respeto' a quienes decidan seguir sus pasos, aunque insistió en que esto no supone garantizar la inmunidad a nadie.
Hague aseguró que el Gobierno está animando a Kusa a 'cooperar plenamente' con las autoridades británicas en la investigación del atentado de Lockerbie, el derribo de un vuelo comercial de Pan Am en pleno vuelo sobre Escocia en 1988 que costó la vida a 270 personas.
El ministro explicó que funcionarios de su departamento se reunieron hoy con representantes de la judicatura y de la policía para hablar sobre Kusa, sobre quien aclaró que 'no está detenido, sino hablando con nuestros funcionarios por voluntad propia'.
Según Hague, en el caso de los dirigentes políticos libios que rompan 'definitivamente' con Gadafi se estudiará la posibilidad de levantar las sanciones internacionales sobre sus actividades.
'Dada la urgente necesidad del Consejo Nacional de Transición (libio) de tener equipos de telecomunicaciones, el Consejo de Seguridad Nacional (británico) ha decidido esta mañana suministrarles este equipamiento', dijo el ministro.
Agregó: 'Como expliqué ante la cámara la semana pasada, no estamos armando a las fuerzas de oposición'.
El secretario del Foreign Office dejó clara la voluntad del Gobierno británico de apoyar a las fuerzas anti-Gadafi e informó de que ha enviado una nueva misión diplomática a la ciudad de Bengasi para incrementar el grado de cooperación con las fuerzas de oposición en Libia.
En la declaración que leyó ante el Parlamento, Hague volvió a pedir a los representantes del régimen de Trípoli que deserten siguiendo los pasos del ministro de Exteriores, Musa Kusa, que la semana pasada voló al Reino Unido para renunciar a su cargo.
El jefe de la diplomacia británica aseguró que su país tratará con 'respeto' a quienes decidan seguir sus pasos, aunque insistió en que esto no supone garantizar la inmunidad a nadie.
Hague aseguró que el Gobierno está animando a Kusa a 'cooperar plenamente' con las autoridades británicas en la investigación del atentado de Lockerbie, el derribo de un vuelo comercial de Pan Am en pleno vuelo sobre Escocia en 1988 que costó la vida a 270 personas.
El ministro explicó que funcionarios de su departamento se reunieron hoy con representantes de la judicatura y de la policía para hablar sobre Kusa, sobre quien aclaró que 'no está detenido, sino hablando con nuestros funcionarios por voluntad propia'.
Según Hague, en el caso de los dirigentes políticos libios que rompan 'definitivamente' con Gadafi se estudiará la posibilidad de levantar las sanciones internacionales sobre sus actividades.
