El presidente ruso, Dmitri Medvédev, aseguró ayer que el dictador libio, Muamar el Gadafi, debe abandonar el poder y su país, al tiempo que anunció el envío de un representante ruso a la ciudad libia de Bengazi, plaza fuerte de los insurgentes.
'Si usted leyera la declaración (final del G8), allí se dice que el régimen de Gadafi ha perdido legitimidad y que él debe marcharse. Esto fue votado por unanimidad', señaló Medvédev en rueda de prensa al término de la cumbre del Grupo de los Ocho (G8). Al mismo tiempo, subrayó que lo ideal es que Gadafi abandone Libia voluntariamente. 'Entonces se podrá discutir de qué forma se puede hacer esto. Qué país podría acogerlo, en qué condiciones y qué podría él conservar y qué perder', dijo.
Medvédev también descartó que Rusia pueda dar cobijo al dictador al afirmar que 'no, no lo haremos. Pero encontraremos un país que lo haga'. 'Que se vaya a donde quiera. La comunidad internacional no lo ve en estos momentos como dirigente libio', apuntó.
Medvédev también descartó que Rusia pueda dar cobijo al dictador al afirmar que 'no, no lo haremos. Pero encontraremos un país que lo haga'. 'Que se vaya a donde quiera. La comunidad internacional no lo ve en estos momentos como dirigente libio', apuntó.
