El precandidato republicano se ha impuesto por la mínima en parte de los principales estados

Mitt Romney suma victorias aunque sigue sin convencer

El candidato republicano, Mitt Romney, tras la celebración de la jornada del supermartes. (Foto: CJ GUNTHER)
Mitt Romney se hizo con seis de los diez estados que votaban por un candidato republicano en el 'supermartes', una jornada que le otorgó el crucial Ohio pero no bastó para definirle como el favorito indiscutible de la carrera. El exgobernador de Massachussets logró mejorar su aritmética en una jornada en la que estaban en juego 419 delegados en la carrera republicana a la presidencia de Estados Unidos, de los que buena parte se sumará a los 203 con los que Romney contaba hasta hoy.
Romney conquistó las urnas en Virginia, Vermont, Massachusetts, Idaho, Alaska y el estado clave de Ohio, del que dependen 66 delegados. La batalla por Ohio, donde la victoria fue históricamente una condición para llegar a la Casa Blanca, se convirtió en un ajustado pulso entre Romney y su mayor rival, el ex senador Rick Santorum (38 frente al 37 por ciento de su rival) y una diferencia de 12.000 votos.

Aún faltan por disputarse 32 estados y la mayoría de los delegados que en la convención republicana en Tampa (Florida) en agosto nombrarán oficialmente al candidato.

Las próximas citas tendrán lugar este mismo sábado, cuando además de los territorios de las islas Vírgenes y Guam, que disputarán en caucus un total de quince delegados, celebrará primarias el estado de Kansas, que pone en juego un total de 40 delegados. La semana próxima serán los estados sureños de Alabama y Misisipi, además de Hawai, los que están convocados a las urnas.

Por ello, los resultados que consiga Romney allí serán claves. Una victoria de Santorum -o de Gingrich- por otra parte repetiría el mensaje de que el ala derechista del partido mantiene aún profundas reservas sobre el hoy por hoy favorito. Y alejaría un poco más el fin de estas primarias.

LA CARRERA ESTÁ AÚN POR RESOLVERSE

Si los triunfos de Romney el martes saben a poco, Santorum tuvo en cambio una jornada grata. Se impuso con comodidad en los estados de Tennessee y Oklahoma, en ese medio oeste que tan fiel le fue hasta el momento, y logró una victoria por sorpresa en Dakota del Norte. Y su derrota por tan escaso margen resta impulso a su principal rival, al que impide proclamarse como el candidato inevitable del partido. La jornada esclareció poco la carrera republicana. Tan sólo deja claro que la campaña será larga y, pese al triunfo de Gingrich en Georgia -su estado de origen- parece cosa de dos. Romney acumula ya triunfos en trece estados y, según la CNN, suma 359 delegados de los 1.144 necesarios para ser candidato presidencial.

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