Monti aprueba un duro plan de ajuste en Italia y renuncia a su sueldo como primer ministro

El Gobierno italiano presidido por Mario Monti aprobó ayer el primer plan de ajuste presupuestario de ese Ejecutivo de tecnócratas, que hoy explicará en el Parlamento el excomisario europeo. La aprobación del paquete de medidas económicas y financieras estaba prevista para hoy, pero se decidió adelantar el Consejo de Ministros, que duró más de tres horas, después de que Monti presentara el plan a sindicatos, empresarios, agentes sociales y partidos políticos.
Monti explicó que su Gobierno tiene 'un mandato de corta duración' y 'el firme compromiso de ayudar a Italia a salir de una crisis gravísima, de una crisis internacional y de un malestar de la economía y de la sociedad italiana que pone en riesgo de destruir lo construido por cuatro generaciones de italianos'.

Tras señalar que la reforma laboral será abordada las próximas semanas, afirmó que renuncia a la compensación retributiva como primer ministro y titular de Economía, pero mantiene los ingresos como senador.

Asimismo, se refirió a la modificación de las provincias y aseguró que serán suprimidas las juntas provinciales y que los consejos provinciales tendrán solo 10 miembros. El presidente del Gobierno anunció que apoyará la propuesta de un impuesto sobre las transacciones financieras en las instituciones europeas, un punto sobre el que Italia había tenido hasta ahora una posición contraria.

Por su parte, la ministra italiana de Trabajo, Elsa Fornero, abordó uno de los temas más conflictivos, la modificación del sistema de pensiones, con el aumento de 42 años para los hombres y 41 para los mujeres del mínimo de años cotizados para poder percibir la pensión 'anticipada' sin recurrir al sistema de cuotas.

En el sector privado, la jubilación será para las mujeres a partir de los 62 años y para los hombres a los 66 años en 2012, con una penalización del 3 % anual para quienes se retiren antes, mientras que la equiparación total de edades será de 66 años en 2018, añadió.

Después de que la ministra concluyera emocionada su intervención, Monti señaló que el plan contempla congelar las pensiones superiores a los 960 euros mensuales y mantiene la revisión de las jubilaciones mínimas en función de la inflación.

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