Al menos cuatro civiles han muerto y otros diez resultaron heridos en un ataque suicida registrado hoy en la provincia occidental afgana de Herat, informó a Efe una fuente oficial.
El suicida hizo estallar los explosivos que llevaba consigo en una tienda en la que se encontraban cuatro notables tribales, dijo el portavoz del Gobierno provincial, Muahidín Nuri, que precisó que el atentado tuvo lugar en el distrito de Koshki Kohna.
Herat y la norteña Badghis son las dos provincias afganas con presencia de tropas españolas en el marco del despliegue de la OTAN en el país asiático.
Las víctimas mortales -aparte del suicida- son los cuatro líderes tribales, aunque otros diez civiles resultaron heridos, dijo Nuri, que añadió que el objetivo del agresor era el notable Abdul Hakeem, muy influyente en el distrito de Koshki Kohna.
El portavoz acusó del ataque a los insurgentes talibanes, que pretenden derrocar al Gobierno afgano y lograr la salida inmediata de las tropas internacionales desplegadas en el país.
A primera hora de la tarde, ningún portavoz talibán había reivindicado la autoría del atentado.
Las fuerzas internacionales se encuentran inmersas en pleno proceso de retirada, que debe concluir en 2014 si se cumplen los plazos previstos, pese a que la violencia se ha recrudecido especialmente desde el año 2010.
Herat y la norteña Badghis son las dos provincias afganas con presencia de tropas españolas en el marco del despliegue de la OTAN en el país asiático.
Las víctimas mortales -aparte del suicida- son los cuatro líderes tribales, aunque otros diez civiles resultaron heridos, dijo Nuri, que añadió que el objetivo del agresor era el notable Abdul Hakeem, muy influyente en el distrito de Koshki Kohna.
El portavoz acusó del ataque a los insurgentes talibanes, que pretenden derrocar al Gobierno afgano y lograr la salida inmediata de las tropas internacionales desplegadas en el país.
A primera hora de la tarde, ningún portavoz talibán había reivindicado la autoría del atentado.
Las fuerzas internacionales se encuentran inmersas en pleno proceso de retirada, que debe concluir en 2014 si se cumplen los plazos previstos, pese a que la violencia se ha recrudecido especialmente desde el año 2010.
