Netanyahu anuncia que habrá
 elecciones anticipadas en Israel

La marcha de los ministros de Finanzas y Justicia abre una nueva crisis en el gobierno de coalición

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, cesó ayer a los ministros de Finanzas, Yair Lapid, y de Justicia, Tzipi Livni, en una decisión con la que ha puesto fin a su tercer Gobierno y que conducirá a Israel a elecciones anticipadas en marzo o abril. "Livni y Lapid han intentado sabotear mi Gobierno (...) No toleraré más oposición desde dentro (...) Los ciudadanos merecéis un Gobierno nuevo, estable y amplio", dijo Netanyahu en una rueda de prensa en Jerusalén en la que leyó insistentes acusaciones contra ambos y confirmó que pedirá al Parlamento su disolución.

Según el primer ministro, ambos torpedearon las tres políticas más importantes de su Gobierno: luchar contra "el programa nuclear de Irán", conseguir que "los palestinos reconozcan a Israel como Estado judío" y "seguir construyendo en Jerusalén" este, que los palestinos reclaman como capital de su futuro Estado. "Es difícil hacer todo lo que hay que hacer por el bienestar de los ciudadanos (israelíes) con esta coalición" fragmentada, agregó Netanyahu al anunciar que recomendará al Parlamento un proceso electoral "lo antes posible".

Según los medios locales, la Cámara estudiará hoy el proyecto de ley preliminar para su disolución y el lunes próximo estará aprobada la ley, con lo que pondrá fin a una de las dos legislaturas más cortas de la historia política israelí. Las elecciones se celebrarán el próximo marzo, o a más tardar principios de abril, pero sin que previsiblemente se resuelva el grave problema de gobernabilidad que afecta a Israel, según advierten los analistas.

El Likud de Netanyahu, que volvería a ganar, sólo obtendría 22 de los 120 escaños, según una encuesta del Canal 10, y requeriría alianzas con al menos otros cuatro partidos. El principal beneficiado sería el nacionalista religioso Naftalí Bennet, líder del partido ultraderechista y procolono "Hogar Judío", que subiría de sus actuales doce escaños a 17 y podría convertirse en el principal socio en una futura coalición parlamentaria que se apoyaría también en los ultraortodoxos.



Interés nacional

Lapid, identificado con el laicismo, acusó ayer al primer ministro de "no tener en cuenta el interés nacional", de "conducir al país a unas elecciones innecesarias que perjudicarán a la economía nacional" y de destituirlo para aliarse con sus eternos rivales políticos.

De vencer, la próxima coalición de Netanyahu será mucho más derechista que la actual y quedará supeditada a una serie de partidos nada propensos a lanzar un proceso de paz con los palestinos.

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