Siete personas murieron hoy en un asalto talibán a una sede del departamento de Justicia en Jalalabad, lo que elevó a once el número de víctimas mortales registradas por ataques insurgentes a lo largo de la jornada en esa ciudad del este afgano
El jefe de Policía en la provincia de Nangarhar, Fazel Ahmd Sherzad, dijo a Efe que al menos tres insurgentes participaron en el asalto, que comenzó a las 08.30 hora local (04.00 GMT), cuando entraron en el edificio y dispararon al personal de seguridad.
El portavoz del gobernador provincial, Ahmad Zia Abduzai, aseguró a Efe que dos de los fallecidos son funcionarios de Justicia y otros dos policías, aunque no ofreció más datos sobre los otros tres civiles muertos.
Una vez dentro del edificio, los talibanes comenzaron a disparar desde las ventanas a las fuerzas de seguridad afganas enviadas al lugar, en un enfrentamiento que duró unas tres horas, sin que haya trascendido si los insurgentes murieron, fueron detenidos o huyeron.
Un portavoz talibán, Zabiuallah Mujhid, reclamó en un comunicado la responsabilidad de la acción armada y afirmó que murieron "al menos 20 personas, incluyendo el jefe del departamento de Justicia".
En la misma ciudad de Jalalabad, un explosión junto a la sede del departamento de bomberos a las 08.00 hora local (03.30 GMT), también reivindicada por los insurgentes, ocasionó previamente la muerte de cuatro civiles.
Los talibanes comenzaron en esta jornada su ofensiva de primavera con ataques en varias partes de Afganistán, incluido el aeropuerto de la capital, que ocasionaron un número indeterminado de víctimas civiles y de las fuerzas armadas por el lanzamientos de cohetes, la explosión de bombas, los tiroteos y otras acciones armadas.
Los insurgentes habían anunciado el pasado jueves que este lunes a las 05.00 hora local (00.30 GMT) empezaría su tradicional campaña de ataques, una amenaza que cumplieron lanzado cohetes al aeropuerto de Kabul, aunque no causaron víctimas.
Con la llegada del buen tiempo, se recrudecen tradicionalmente los combates en Afganistán y en esta ocasión llegan en medio del proceso electoral en el país, cuya primera ronda se celebró el pasado 5 de abril aunque los resultados no se conocerán hasta el próximo miércoles.
Las tropas de la OTAN destacadas en Afganistán se hallan en pleno proceso de retirada y transfieren gradualmente las competencias de seguridad a la Policía y al Ejército afganos.
El repliegue concluirá el próximo diciembre, si se cumplen los plazos previstos, pero la comunidad internacional sopesa mantener cierta presencia militar en suelo afgano más allá de esa fecha.
