MASACRE INTEGRISTA EN PARÍS

La muerte de los terroristas cierra tres días de tensión, pánico y alerta

En los asaltos a la imprenta y el supermercado donde se hicieron fuertes los tres yihadistas murieron también cuatro rehenes. En una conversación que fue grabada por la radio francesa, Amedy Coulibaly dijo a los secuestrados que actuaba motivado por la acción militar francesa en Mali, los bombardeos occidentales en Siria y la apatía de la población occidental al respecto

Los tres días de frenesí terrorista y psicosis colectiva en Francia, que comenzaron el miércoles con la masacre perpetrada en el semanario "Charlie Hebdo", terminaron ayer con el doble asalto de las fuerzas de seguridad sobre los yihadistas y un nuevo baño de sangre. Con apenas unos minutos de diferencia, la pesadilla terminó de forma abrupta, con la muerte de cuatro rehenes y de los tres terroristas. 

Los hermanos Said y Cherif Kouachi, autores de la masacre en el semanario francés, fueron abatidos sobre las 17.00 hora local en Dammartin-en-Goele, al noreste de París, tras atrincherarse en una imprenta cuando la policía y la gendarmería ya les pisaban los talones. Un hombre que se encontraba dentro del mismo edificio (aunque existen dudas sobre si los Kouachi estaban siquiera al corriente de su presencia) consiguió salir ileso.

Casi en paralelo, las fuerzas especiales de la Policía lanzaban un asalto entre explosiones de granadas y disparos de fusiles kalashnikov sobre el supermercado judío "Hyper Cacher", en el este de París, donde el francés Amedy Coulibaly retenía desde hacía cuatro horas a un número indeterminado de rehenes. Cinco personas, incluido Coulibaly, murieron en la operación, mientras que cuatro policías resultaron heridos. El yihadista, que estaba acompañado por la que pudiera ser su pareja y de la que se desconocía ayer su suerte, Hayat Boumeddiene (según la CNN habría conseguido escapar) ya había asesinado a una policía municipal en el sur de la capital francesa, en una acción coordinada con los hermanos Kouachi.



conexión terrorista

En una conversación telefónica con el canal de televisión BFMTV durante el secuestro, Coulibaly aseguró actuar a las órdenes del grupo radical autodenominado Estado Islámico y haberse coordinado con Cherif Kouachi, quien a su vez, en declaraciones a la misma televisión, dijo haber sido enviado y financiado por Al Qaeda en el Yemen para cometer la acción.

Amedy Coulibaly, el terrorista que secuestró ayer a más de una decena de rehenes en un supermercado judío de París y que dijo haber matado a cuatro de ellos, aseguró a los secuestrados que actuaba para vengar al grupo yihadista Estado Islámico (EI).

La conversación entre Coulibaly y los rehenes fue obtenida por la radio francesa "RTL", que llamó al supermercado "Hyper Cacher" y pudo escuchar ese intercambio al quedarse el teléfono mal colgado.

El yihadista dijo estar motivado por la acción militar francesa en Mali, los bombardeos occidentales en Siria y la apatía de la población occidental al respecto, que en su opinión respalda las acciones de sus respectivos gobiernos.

"En primer lugar, sois vosotros quienes elegís a vuestros gobiernos y vuestros gobiernos no os han escondido nunca que iban a hacer la guerra en Mali o en otras partes. Sois vosotros quienes les financiáis. Pagáis impuestos y estáis de acuerdo", dijo a los retenidos según "RTL".

El agresor, cuya conversación fue retransmitida esta mañana por la emisora, sostuvo que es necesario que se deje de atacar al Estado Islámico y de "meter en prisión a nuestros hermanos por ningún motivo".

"Manifestaos y decid: 'Dejad a los musulmanes tranquilos'. ¿Por qué no lo hacéis?", preguntó a la quincena de personas retenidas en el supermercado, a los que aseguró que, de acuerdo con "la ley del Talión", si "sus niños, mujeres y combatientes son atacados, ellos atacan a quienes les combaten".

Coulibaly, sospechoso además de haber asesinado el jueves a una policía municipal en el sur de la capital francesa, murió ayer en la operación lanzada por las fuerzas especiales galas para poner fin al asalto, en la que cuatro agentes resultaron heridos y cuatro de los rehenes fallecieron.

Coulibaly fue condenado en diciembre de 2013 a cinco años de prisión por intentar ayudar a escapar al antiguo miembro del Grupo Islámico Armado argelino Smaïn Aït-Belkacem, que cometió un atentado en la estación de tren del Museo de Orsay en París en 1995.

El pequeño de los Kouachi, Cherif, también fue detenido y finalmente liberado sin cargos en ese mismo caso, lo que pone en evidencia el conocimiento previo entre ambos terroristas.

Después de 48 horas de espanto por el crimen del "Charlie Hebdo", París se sumió ayer en el pánico y en un estado cercano al marasmo, con sus principales vías cortadas por la operación policial y con falsas alarmas que sumieron lugares como la turística plaza Trocadero en el caos, o la movilización policial sin precedentes ante el atraco con rehenes a una joyería en Montpellier.

Terminada la pesadilla, que a buen seguro dejará heridas difíciles de cicatrizar en la sociedad francesa, el presidente, François Hollande, se dirigió a la nación para pedir que esta sea "implacable con el racismo y con el antisemitismo". Hollande, quien dio la orden del doble asalto antiterrorista, también llamó a todos los ciudadanos a participar en la masiva manifestación de repulsa convocada para el próximo domingo con el objetivo de escenificar la "unidad nacional".

En un ejercicio de autocrítica, el primer ministro francés Manuel Valls, admitió por su parte que "si hay 17 muertos (refiriéndose a los 12 de Charlie Hebdo, la policía fallecida en el tirotero del jueves y los cuatro rehenes que perdieron la vida ayer) es que ha habido fallos y muy importantes por nuestra parte", según dijo.

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