El incidente pone sobre la mesa el tema de la seguridad del Pontífice

El Papa, ileso tras caerse durante la Misa de Gallo al saltar una mujer una valla de seguridad

La mujer logró agarrar al Papa durante unos instantes.
El Papa Benedicto XVI resultó ileso ayer tras caerse durante la Misa del Gallo después de que una mujer se abalanzara sobre él en la Basílica de San Pedro. El incidente tuvo lugar al inicio de la ceremonia cuando una mujer de 25 años saltó una valla del interior de la basílica en el momento en el que Benedicto XVI se dirigía en procesión hacia el Altar Mayor.
El Papa cayó al suelo, se levantó inmediatamente socorrido por agentes de la seguridad vaticana y pudo oficiar con normalidad la Misa del Gallo. No le ocurrió lo mismo al cardenal Roger Etchegaray, quien al caer junto al Papa al suelo se ha roto la cabeza del fémur y está ingresado en el Policlinico Gemelli. El cardenal deberá ser sometido a una operación en los próximos días. El Vaticano aseguró hoy en un comunicado que la mujer, Susanna Maiolo, de 25 años y nacionalidad italo-suiza, tenía problemas psicológicos pero no estaba armada.

Pese a la intervención de la seguridad, la mujer consiguió llegar hasta el Santo Padre y agarrar el palio, haciendo que éste perdiera el equilibrio y que cayera a tierra. Pese a la caída, el Pontífice 'consiguió levantarse y retomar el camino y toda la celebración se desarrolló sin más problemas', detalló el Vaticano.

En su homilía durante la Vigilia de Navidad, o también llamada Misa del Gallo, que este año se adelantó a las 10 de la noche, Benedicto XVI afirmó que los conflictos y la imposibilidad de reconciliación en el mundo son consecuencia del egoísmo.

'El egoísmo, tanto del grupo como el individual, nos tiene prisionero de nuestros intereses y deseos, que contrastan con la verdad y nos dividen unos de otros', agregó el Pontífice alemán.

Asimismo, y tomando como ejemplo a los pastores, el Papa apuntó que el nacimiento de Jesús 'no puede dejarnos indiferentes'. 'Si es verdadera, todo cambia. Si es cierta, también me afecta a mí', apuntó, al tiempo que destacó la pronta respuesta de los pastores, a los que puso como ejemplo de respuesta justa al mensaje recibido.

En cambio, el Papa reconoció que la realidad de hoy no es la de los pastores, pues, según dijo, 'la mayoría de los hombres no considera una prioridad las cosas de Dios, no les acucian de un modo inmediato'. 'Dios se encuentra frecuentemente casi en último lugar', lamentó. Además, advirtió de que si algo en la vida merece premura 'es solamente la causa de Dios'.

Ante esta situación, Benedicto XVI retomó la Regla de San Benito para recomendar que no se anteponga nada a la obra de Dios. 'Para los monjes, la liturgia es lo primero; todo lo demás va después. Y en lo fundamental, esta frase es válida para cada persona', agregó. Así, pide a los fieles que siguen las directrices de los pastores y no se dejen 'subyugar por todas las urgencias de la vida cotidiana'.

Volviendo al tema de los pastores, el Papa señaló que Dios llamó primero a las 'almas sencilla', pues los Reyes Magos llegaron más tarde. Además, se refirió a la señal que recibieron para ir a visitarle y añadió que 'la señal de Dios no es un milagro clamoroso. La señal de Dios es su humildad, se hace pequeño, se convierte en niño'.

'Cuánto desearíamos, nosotros los hombres, un signo diferente, imponente, irrefutable del poder de Dios y su grandeza. Pero su señal nos invita a la fe y al amor, y por eso nos da esperanza: Dios es así. Él tiene el poder y es la Bondad', continuó.

Finalmente, el Santo Padre rezó para que Dios renueve a él y a todos los cristianos. 'Haz que yo y todos nosotros, de madera y piedra, nos convirtamos en personas vivas, en las que tu amor se hace presente y el mundo es transformado', concluyó.

Seguridad

El incidente protagonizado por la mujer que durante la Misa del Gallo se abalanzó sobre el Papa, empujándole y haciéndole caer, es el más serio sufrido por Benedicto XVI durante su pontificado y ha puesto sobre la mesa el tema de su seguridad. La seguridad de Benedicto XVI no se puede blindar al cien por cien 'si no es creando una muralla de separación entre el Pontífice y los fieles, algo impensable', conociendo el deseo del Papa de acercarse a las personas, afirmó hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi.

Lombardi añadió que ciertos episodios son muy difíciles de evitar cuando se trata del contacto del Papa con los fieles, que son miles los que acuden a los actos papales.

Este caso ha traído a la memoria el ocurrido el 6 de junio de 2007 en la plaza de San Pedro, cuando un alemán de 27 años logró superar las vallas de protección e intentó subir al vehículo que trasladaba al Papa mientras realizaba el tradicional paseo entre los fieles antes de la audiencia general.

Tras saltar la valla, el joven se arrojó sobre la parte posterior del vehículo, aunque fue reducido por los guardias de seguridad que acompañaban a pie al Pontífice. La escena duró escasos segundo y Benedicto XVI no se dio cuenta de lo que había ocurrido y continuó saludando a los presentes. Al igual que la mujer de ahora, el alemán también dio claras señales, según dijo en aquella ocasión Lombardi, de estar perturbado.

Susanna Maiolo, de 25 años, de nacionalidad ítalo-suiza -como ha sido identificada hoy por el Vaticano- la mujer que empujó al Papa anoche haciéndole caer, no es la primera vez que lo intenta.

Ya en la Nochebuena de 2008 intentó saltar una de las vallas con las que se crea un pasillo en el interior de la basílica de San Pedro para que pase el Papa, aunque entonces, la rápida intervención de la seguridad vaticana impidió que se le acercara. Anoche, vestida igual que en 2008, con camisa roja y pantalón, Maiolo sí lo logró y llegó hasta el Papa.

Se agarró al palio (la estola blanca con cruces negras, que pende de los hombros sobre el pecho) del Pontífice, que cayó al suelo en medio del desconcierto que se generó.

Ayudado por el personal del protocolo pontificio, el Papa se levantó y prosiguió en procesión hasta el altar mayor para celebrar la Misa del Gallo.

Peor suerte corrió el cardenal francés Roger Etchegaray, de 87 años, que formaba parte de la procesión junto al Pontífice y que también cayó al suelo, rompiéndose la cabeza del fémur, por lo que tuvo que ser hospitalizado en el Policlínico Gemelli de Roma y será operado en los próximos días. Benedicto XVI celebró la larga Misa del Gallo sin problemas y hoy leyó el Mensaje de Navidad e impartió la bendición Urbi et Orbi con la voz clara y firme.

'El Papa está bien', señaló hoy el portavoz vaticano, Federico Lombardi, que precisó que la mujer tras ser inmovilizada, fue trasladada a la Gendarmería Vaticana para ser interrogada y pocas horas después ingresada en un centro sanitario, cuyo nombre no ha sido revelado.

Lombardi dijo hoy que la mujer 'no iba armada', que manifestaba 'señales de desequilibrios psíquicos' y que será sometida a tratamiento psiquiátrico.

Agregó que nunca se pensó que pudiera ser peligrosa, de ahí que estuviera de nuevo en el templo.

El ataque más grave contra un Papa fue el sufrido por Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981 en la plaza de San Pedro del Vaticano cuando celebraba la audiencia pública y fue tiroteado por el terrorista turco Ali Agca.

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