El partido de Aung San Suu Kyi advierte a la Junta birmana de que no debe haber 'condiciones previas' para el diálogo

  El partido de la líder opositora Aung San Suu Kyi, la Liga Nacional para la Democracia (LND), emitió hoy un comunicado en el que advierte a la Junta Militar de que no deben imponerse "condiciones previas" para el diálogo. Los militares han ofrecido reunirse con la Premio Nobel si ésta renuncia a la "confrontación".

   "El éxito de un diálogo se basa en la sinceridad y en el espíritu de dar y recibir", reza el comunicado. "La voluntad de alcanzar el éxito es también crucial y no debería haber ninguna condición previa", añadió la LND.
   Por otro lado, China se puso hoy una vez más del lado del Gobierno birmano en la crisis política que está sufriendo su país vecino y aseguró que las sanciones no van a arreglar nada.

   "Las sanciones o la presión no ayudarán a solucionar el asunto de Birmania", declaró hoy, en una rueda de prensa rutinaria, el portavoz del Ministerio de Exteriores, Liu Jianchao. El portavoz insistió en el mensaje de que la situación en el país está actualmente más tranquila, y que China se congratulaba por ello.

   "Esperamos que este momento pueda mantenerse. Cualquier acción del Consejo de Seguridad debería ser prudente y responsable y contribuir a la estabilidad, la reconciliación, la democracia y el desarrollo de Birmania", agregó Liu.

   Por otro lado, Liu rechazó los intentos de algunos activistas pro Derechos Humanos de ligar los sucesos de Birmania con los próximos Juegos Olímpicos de Beijing para forzar a China a tomar acciones políticas.

   "Como todo el mundo sabe, China ha adoptado una actitud responsable en lo relativo al asunto de Birmania, desempeñando un papel constructivo en todo el proceso", aseguró. "Cualquier intento de usar este tema con otros motivos no contará con el apoyo popular", remachó.

   China, que controla una parte importante de la economía del país vecino, se ha negado repetidamente a la puesta en marcha de medidas por parte de la comunidad internacional.

   Estados Unidos, mientras tanto, ha anunciado que presionará en favor de las sanciones en Naciones Unidas si el Gobierno militar no escucha las demandas democráticas de su pueblo.

   Las protestas en Birmania se iniciaron el pasado 19 de agosto cuando la fuerte subida del precio del combustible y, en consecuencia, de casi todos los productos, desencadenaron una protesta popular en la que decenas de miles de personas exigieron reformas democráticas. Los momentos de violencia no tuvieron lugar hasta finales de septiembre, cuando la junta militar que gobierna el país decidió reprimir las manifestaciones a tiros.

   Aunque oficialmente el régimen declara que han fallecido 10 personas, fuentes no gubernamentales barajan cifras de entre 200 y 6.000 muertos, muchos de ellos monjes budistas.

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