Continúan las investigaciones en Honduras para saber qué originó la tragedia en la cárcel de Comayagua, en la que fallecieron 355 presos, y una de las hipótesis que se baraja es que uno de los reos pudo quemar un colchón y provocar el incendio. Además, se investiga si los encargados de las llaves huyeron de la cárcel, haciendo mucho más difícil el rescate, ya que solo había once guardias para evacuar a todos los presos.
Hasta el momento se barajan tres hipótesis. La primera es que el incendio pudo haber sido provocado por un cortocircuito. También se ha hablado de la posibilidad de que el fuego se iniciara a consecuencia de una reyerta, mientras que otras versiones apuntan a que fue un reo del pabellón seis el responsable de la tragedia.
Precisamente, la idea del cortocircuito adquiría fuerza después de que varios reclusos denunciaran que horas antes del incendio se habían producido varios apagones. Pero además algunos supervivientes señalan que el fuego comenzó misteriosamente en el pabellón seis, lo que ha sustentado la teoría de que un reo prendiera fuego al lugar.
El fiscal general del país, Roy Urtecho, designó ayer a la Fiscalía de Derechos Humanos para que se encargue de investigar los hechos ocurridos en Comayagua en colaboración con el Cuerpo de Bomberos, que deberá entregar un informe con los daños causados por el incendio en esa prisión.
EN CINCO PABELLONES
Las llamas consumieron al menos cinco pabellones de la cárcel de Comayagua, donde estaban durmiendo unos 500 reclusos. Como parte de las investigaciones, diez reos de los pabellones seis y siete de la prisión fueron trasladados el miércoles pro la noche a los Juzgados de Letras, donde declararon como testigos.
Las autoridades del país advertían ayer que la tragedia podría ser aún mayor, ya que el número de fallecidos podría superar los 400, toda vez muchos de los reclusos a todavía no han aparecido y la identificación de los cadáveres podría durar hasta tres días, debido al estado en el que han quedado algunos de ellos.
El Congreso Nacional hondureño aprobó ayer un decreto que autoriza a Medicina Forense a entregar los cuerpos de los fallecidos en el incendio que sean identificados por sus familiares, sin autopsia previa,al estimar que Honduras no cuenta con los suficientes médicos forenses y las instalaciones adecuadas.
Mientras, desde Naciones Unidas se instaba ayer a los países latinoamericanos a resolver el problema del hacinamiento en las cárceles. 'Por supuesto, hay un problema de hacinamiento en el sistema penitenciario, pero no solo en este país, también en muchos otros países de la región', dijo el consejero de la ONU para los Derechos Humanos en Honduras, Antonio Maldonado. Ayer, el presidente del país, Porfirio Lobo, prometía que su Gobierno hará todo lo que pueda 'para mejorar estas condiciones '. La cárcel de Comayagua, con una capacidad oficial 250 personas, albergaba a 852 presos.
POSIBLE NEGLIGENCIA DE LOS RESPONSABLES DE LA CÁRCEL
El fiscal de Derechos Humanos del país, Germán Enamorado, reveló ayer que, según los primeros datos de la investigación, la persona responsable de las llaves de cada módulo de la cárcel abandonó el centro cuando se desataron las llamas. 'La versión que tenemos de las primeras indagaciones es que la persona encargada de llaves, simplemente, al momento del incendio abandonó el centro penitenciario y dejó tiradas las llaves', indicó Enamorado.
El fiscal ha reconocido que no había el personal adecuado para auxiliar a los 852 reclusos, puesto que en el momento del siniestro solo había once guardias y no fueron suficientes para evacuar a los reos que pedían que les abrieran las celdas. 'Esto nos da la orientación de que había personal solo para cuidar una puerta y no para reaccionar ante una catástrofe como la que tenemos este día', agregó.
Además, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, lamentó el 'trágico' incendio y confió confiado en que el Gobierno hondureño ataje 'cualquier deficiencia en la seguridad de las prisiones'.
'La Alta Representante confía en que la investigación en marcha arroje rápidamente luz sobre las causas de este trágico incidente y que cualquier deficiencia sobre la seguridad de las prisiones se aborde rápidamente', explicó la portavoz de Ashton, Maja Kocijancic, en un comunicado.
También el papa Benedicto XVI lamentó la tragedia, elevando 'el más ferviente sufragio al Todopoderoso por el eterno descanso de los difuntos'.
Precisamente, la idea del cortocircuito adquiría fuerza después de que varios reclusos denunciaran que horas antes del incendio se habían producido varios apagones. Pero además algunos supervivientes señalan que el fuego comenzó misteriosamente en el pabellón seis, lo que ha sustentado la teoría de que un reo prendiera fuego al lugar.
El fiscal general del país, Roy Urtecho, designó ayer a la Fiscalía de Derechos Humanos para que se encargue de investigar los hechos ocurridos en Comayagua en colaboración con el Cuerpo de Bomberos, que deberá entregar un informe con los daños causados por el incendio en esa prisión.
EN CINCO PABELLONES
Las llamas consumieron al menos cinco pabellones de la cárcel de Comayagua, donde estaban durmiendo unos 500 reclusos. Como parte de las investigaciones, diez reos de los pabellones seis y siete de la prisión fueron trasladados el miércoles pro la noche a los Juzgados de Letras, donde declararon como testigos.
Las autoridades del país advertían ayer que la tragedia podría ser aún mayor, ya que el número de fallecidos podría superar los 400, toda vez muchos de los reclusos a todavía no han aparecido y la identificación de los cadáveres podría durar hasta tres días, debido al estado en el que han quedado algunos de ellos.
El Congreso Nacional hondureño aprobó ayer un decreto que autoriza a Medicina Forense a entregar los cuerpos de los fallecidos en el incendio que sean identificados por sus familiares, sin autopsia previa,al estimar que Honduras no cuenta con los suficientes médicos forenses y las instalaciones adecuadas.
Mientras, desde Naciones Unidas se instaba ayer a los países latinoamericanos a resolver el problema del hacinamiento en las cárceles. 'Por supuesto, hay un problema de hacinamiento en el sistema penitenciario, pero no solo en este país, también en muchos otros países de la región', dijo el consejero de la ONU para los Derechos Humanos en Honduras, Antonio Maldonado. Ayer, el presidente del país, Porfirio Lobo, prometía que su Gobierno hará todo lo que pueda 'para mejorar estas condiciones '. La cárcel de Comayagua, con una capacidad oficial 250 personas, albergaba a 852 presos.
POSIBLE NEGLIGENCIA DE LOS RESPONSABLES DE LA CÁRCEL
El fiscal de Derechos Humanos del país, Germán Enamorado, reveló ayer que, según los primeros datos de la investigación, la persona responsable de las llaves de cada módulo de la cárcel abandonó el centro cuando se desataron las llamas. 'La versión que tenemos de las primeras indagaciones es que la persona encargada de llaves, simplemente, al momento del incendio abandonó el centro penitenciario y dejó tiradas las llaves', indicó Enamorado.
El fiscal ha reconocido que no había el personal adecuado para auxiliar a los 852 reclusos, puesto que en el momento del siniestro solo había once guardias y no fueron suficientes para evacuar a los reos que pedían que les abrieran las celdas. 'Esto nos da la orientación de que había personal solo para cuidar una puerta y no para reaccionar ante una catástrofe como la que tenemos este día', agregó.
Además, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, lamentó el 'trágico' incendio y confió confiado en que el Gobierno hondureño ataje 'cualquier deficiencia en la seguridad de las prisiones'.
'La Alta Representante confía en que la investigación en marcha arroje rápidamente luz sobre las causas de este trágico incidente y que cualquier deficiencia sobre la seguridad de las prisiones se aborde rápidamente', explicó la portavoz de Ashton, Maja Kocijancic, en un comunicado.
También el papa Benedicto XVI lamentó la tragedia, elevando 'el más ferviente sufragio al Todopoderoso por el eterno descanso de los difuntos'.
