Los rebeldes libios arman Misrata, en situación crítica

La OTAN rechazó ayer que las operaciones aliadas en Libia, especialmente en Misrata, se redujeran desde que la alianza asumió el mando hace casi una semana, mientras los rebeldes se apresuran a armar la tercera ciudad libia, donde la situación es cada vez más crítica.
Ante lo que consideran pasividad aliada respecto al 'exterminio' de los habitantes de la ciudad, los insurgentes han comenzado a organizar pequeños barcos, en su mayoría pesqueros, para llevar alimentos, medicinas y también armas a Misrata, a 210 kilómetros al este de Trípoli, informaron diversas fuentes en Bengasi.

De hecho un barco con ayuda humanitaria que salió el martes de Bengasi rumbo a Misrata fue interceptado por la marina de Turquía, país perteneciente a la OTAN y obligado a retornar al puerto con el argumento de que transportaba también armas.

Otras embarcaciones con rebeldes y armas están consiguiendo, sin embargo, arribar a la ciudad del oeste libio, castigada sin tregua desde hace casi mes y medio por la artillería pesadas y las huestes gadafistas,

Los rebeldes critican que la OTAN no ataque sobre todo las líneas de suministro de las tropas del régimen en Misrata y en otras ciudades cercadas del oeste y el este libio. 'La OTAN no hizo hasta ahora más que pedir excusas porque dice que no puede atacar a las tropas de Gadafi ya que éstas se encuentran en la ciudad y hay riesgo para los civiles', afirmó el portavoz rebelde Mustafá Geriani. 'Pero nuestra pregunta es por qué no atacan la línea de suministro a las tropas, allí no hay civiles y no hay riesgos para la alianza en este sentido', añadió.

'Cortar los aprovisionamientos en armas es cumplir con el mandato de la ONU. ¿Qué es lo que hay detrás de la actitud de no implementar la resolución', se preguntó.

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