Un ferry turco transportó a 250 heridos que huyen de las bombas y francotiradores de Gadafi

Rebeldes llegados a Bensagi hablan del horror en Misrata

Un grupo de rebeldes saluda la llegada a Bengasi del ferry turco. (Foto: M.GAMBARINI)
El intenso horror que vive Misrata, la tercera ciudad libia y objeto desde hace semanas del ataque de la artillería pesada y las tropas gadafistas, llegó ayer a Bengasi, la capital rebelde, a bordo de un barco de pabellón turco cargado con 250 heridos provocados por los combates. La llegada del buque, un ferry de varios pisos de transporte de vehículos, despertó una gran expectación en Bengasi, ya que se trataba de los primeros testigos que llegaban al bastión rebelde desde la ciudad cercada desde hace más de un mes por las huestes de Gadafi y que todavía resiste, sin embargo, a duras penas.
Omar Abdelfatah, un ingeniero civil en la cincuentena explica que la situación en la ciudad es 'terrorífica', ya que se escuchan los bombardeos 'todo el tiempo', no sólo en una parte sino en varias zonas, y sus habitantes permanecen encerrados en sus casas 'con mucho miedo a que uno de los obuses o los cañonazos de los tanques les toque a ellos'.

'No hay ningún lugar seguro, no te sientes a salvo en ninguna parte de la ciudad porque las bombas caen en cualquier parte. A un vecino mío lo alcanzaron en su coche', señala el ingeniero y explica que los hospitales de Misrata están 'llenos de gente herida' y que no tienen ya casi medicinas ni especialistas. Una versión corroborada por Mefta Zetuan, un profesor universitario, que debió dejar la ciudad del oeste libio y embarcarse hacia Turquía para intentar curar a su hijo, trabajador de la Media Luna Roja y alcanzado por los disparos de un francotirador cuando trataba de evacuar a unos heridos en el centro de Misrata. 'Los francotiradores están en los edificios altos y controlan especialmente la avenida principal de la ciudad que conecta las salidas con Bengasi y Trípoli', afirmó Zetuan, que aseguró que desde el comienzo de los combates, hace casi 45 días, se contabilizan entre 250 y 260 muertos en la ciudad

El ferry turco, en el que viajan también un centenar de familiares de los heridos, se dirigirá ahora al puerto de Esmirna en Turquía.

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