Corea del Sur anunció hoy que no reanudará el envío de ayuda alimentaria a Pyongyang, ya que aún debe analizar las necesidades del país vecino, un día después de que la Unión Europea (UE) aprobara un plan de ayudas al Norte por valor de 10 millones de euros.
'El Gobierno surcoreano continúa revisando las necesidades y la viabilidad de la ayuda a Corea del Norte de acuerdo con varios condicionantes como la demanda de alimentos en el Norte y la transparencia en la distribución', informó hoy un portavoz del ministerio de Exteriores surcoreano citado por Yonhap.
La cancillería surcoreana dijo que por el momento Seúl no tiene planes de reanudar la ayuda alimentaria a Corea del Norte, pero ha permitido a grupos civiles que envíen asistencia por motivos humanitarios.
El portavoz añadió que Seúl está en contacto con las autoridades de la UE, Estados Unidos y organizaciones internacionales con respecto a los envíos de ayuda alimentaria al vecino comunista.
En 2008, poco después de la llegada al poder del presidente conservador Lee Myung-bak, Corea del Sur suspendió el envío anual de 400.000 toneladas de arroz a Pyongyang para intentar que el régimen de Kim Jong-il realizara concesiones sobre su programa nuclear.
Seúl se muestra reacio a volver a enviar estas ayudas, ya que acusa al régimen comunista de desviar el arroz para alimentar al Ejército y preparar en 2012 el centenario del nacimiento de Kim Il-sung, fundador de Corea del Norte.
Ayer, Bruselas dijo que enviará ayuda alimentaria a Corea del Norte por valor de 10 millones de euros para alimentar a unos 650.000 norcoreanos, después de que un equipo de la Comisión Europea evaluara sobre el terreno las necesidades de la población.
Estados Unidos podría adoptar una medida similar, algo que no agrada al Gobierno de Seúl, temeroso de que se dé alas al régimen de Pyongyang.
