La sociedad civil española (ONG, fundaciones, sindicatos, ...) se muestra optimista sobre los resultados que se puedan lograr en Río+20, la segunda gran Cumbre de la Tierra, encargada de revisar los acuerdos medioambientales que han marcado la conservación desde hace 20 años.
Guillermo PrudencioAsí lo indican algunos de los participantes españoles consultados por EFEverde quienes, frente a un aparente inmovilismo gubernamental en las fases previas de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20, señalan que las decenas de miles participantes al margen de las negociaciones oficiales aportarán el mayor dinamismo y optimismo a la cumbre.
'Tenemos que estar allí para escuchar, participar y aprender de los procesos integradores que sociedad civil, gobiernos locales y empresas están poniendo en marcha', explica a EFEverde la gerente de la Fundación Conama, Alicia Torrego.
Así, espera que en Río+20 se generen dinámicas de 'abajo a arriba' para influir en las negociaciones internacionales.
La ciudad brasileña será hasta el día 22 un hervidero, con más de 500 eventos organizados en paralelo a las negociaciones formales de la cumbre, como los 'Diálogos para el Desarrollo Sustentable' auspiciados por el gobierno brasileño, la 'Cumbre de los Pueblos por la justicia ambiental y social' convocada por organizaciones sociales o el 'Foro para la Sostenibilidad Corporativa' del sector privado.
Torrego apunta que en esos procesos paralelos que se celebran en Río+20 'hay más interés e ilusión' que en la propia cumbre oficial, para la que no alberga 'grandes expectativas.'
Parte de esos eventos están organizados por el sector privado y centrados en la economía verde, que es uno de los dos grandes temas de la cumbre, junto con la gobernanza ambiental.
El director general de sostenibilidad de Acciona, Juan Ramón Silva, que viajará a Río, señala a EFEverde que 'desgraciadamente' los gobiernos 'no escuchan al sector privado' en las negociaciones internacionales sobre sostenibilidad, y la cumbre no será una excepción.
Sobre las negociaciones, Silva dice que no son 'completamente pesimistas', aunque se requieren medidas 'cada vez más urgentes' en sectores como la energía, la agricultura o los servicios del agua.
Para Silva, las empresas que promueven el desarrollo sostenible son 'una minoría peleona' que 'está creciendo' y cuya forma de hacer negocios predominará en las próximas décadas.
Frente a esta perspectiva corporativa, las organizaciones sociales han convocado la 'Cumbre de los Pueblos' para pedir 'una nueva forma de vida en el planeta, contra la mercantilización de la naturaleza y en defensa de los bienes comunes'.
Allí estará Tom Kucharz, de Ecologistas en Acción, quien califica la economía verde como 'una farsa para aumentar la explotación de los recursos naturales' por lo que no espera 'nada' de la cumbre oficial.
Kucharz explica que el objetivo no es 'boicotear' la cumbre oficial, sino 'visibilizar' en las calles de Río 'las causas estructurales de la crisis ambiental y social', así como proponer un cambio de paradigma para dejar de apostar 'por un crecimiento ilimitado en un planeta finito.'
'Tenemos que estar allí para escuchar, participar y aprender de los procesos integradores que sociedad civil, gobiernos locales y empresas están poniendo en marcha', explica a EFEverde la gerente de la Fundación Conama, Alicia Torrego.
Así, espera que en Río+20 se generen dinámicas de 'abajo a arriba' para influir en las negociaciones internacionales.
La ciudad brasileña será hasta el día 22 un hervidero, con más de 500 eventos organizados en paralelo a las negociaciones formales de la cumbre, como los 'Diálogos para el Desarrollo Sustentable' auspiciados por el gobierno brasileño, la 'Cumbre de los Pueblos por la justicia ambiental y social' convocada por organizaciones sociales o el 'Foro para la Sostenibilidad Corporativa' del sector privado.
Torrego apunta que en esos procesos paralelos que se celebran en Río+20 'hay más interés e ilusión' que en la propia cumbre oficial, para la que no alberga 'grandes expectativas.'
Parte de esos eventos están organizados por el sector privado y centrados en la economía verde, que es uno de los dos grandes temas de la cumbre, junto con la gobernanza ambiental.
El director general de sostenibilidad de Acciona, Juan Ramón Silva, que viajará a Río, señala a EFEverde que 'desgraciadamente' los gobiernos 'no escuchan al sector privado' en las negociaciones internacionales sobre sostenibilidad, y la cumbre no será una excepción.
Sobre las negociaciones, Silva dice que no son 'completamente pesimistas', aunque se requieren medidas 'cada vez más urgentes' en sectores como la energía, la agricultura o los servicios del agua.
Para Silva, las empresas que promueven el desarrollo sostenible son 'una minoría peleona' que 'está creciendo' y cuya forma de hacer negocios predominará en las próximas décadas.
Frente a esta perspectiva corporativa, las organizaciones sociales han convocado la 'Cumbre de los Pueblos' para pedir 'una nueva forma de vida en el planeta, contra la mercantilización de la naturaleza y en defensa de los bienes comunes'.
Allí estará Tom Kucharz, de Ecologistas en Acción, quien califica la economía verde como 'una farsa para aumentar la explotación de los recursos naturales' por lo que no espera 'nada' de la cumbre oficial.
Kucharz explica que el objetivo no es 'boicotear' la cumbre oficial, sino 'visibilizar' en las calles de Río 'las causas estructurales de la crisis ambiental y social', así como proponer un cambio de paradigma para dejar de apostar 'por un crecimiento ilimitado en un planeta finito.'
