El tiempo se agota para miles de afganos que quieren huir

photo_camera Un primer grupo de españoles y colaboradores afganos embarcan en Kabul

El principal portavoz de los insurgentes afirmó que los nacionales no podrán acudir al aeropuerto

Miles de afganos que intentan huir de Afganistán a través del aeropuerto de Kabul corren el riesgo de quedar atrapados tras la medida de los talibanes de impedir el acceso a la terminal, mientras las fuerzas internacionales intentan evacuar a sus ciudadanos y aliados en una carrera contrarreloj. A EUUU y a los demás países de la coalición, que combatieron a los talibanes durante las últimas dos décadas, les queda exactamente una semana para completar su salida del país, como parte del pacto estadounidense de retirarse antes del 31 de agosto.

Las evacuaciones son también el salvoconducto para miles de afganos que trabajaron con las fuerzas internacionales durante la guerra, activistas, políticos, y periodistas, que junto a sus familias temen ser objeto de las represalias insurgentes. Pero esta salida se topó ayer con un nuevo obstáculo, después del anuncio de los talibanes de que a partir de ahora los afganos no podrán ir al aeródromo, limitando los accesos solo a extranjeros.

“Ahora el camino al aeropuerto ha sido cerrado. Los afganos no están autorizados a ir allí, (sólo) los extranjeros pueden ir”, dijo en una rueda de prensa en Kabul el principal portavoz insurgente, Zabihullah Mujahid, que aseguró a los ciudadanos que no hay motivos para que traten de huir, “no hay peligro”: “Regresad a vuestras casas, a vuestros trabajos, a la vida normal”, dijo.

El éxodo

El portavoz explicó que la medida busca proteger a los afganos tras el caos vivido en el aeropuerto de Kabul la última semana, donde se vivieron escenas dramáticas con decenas de miles de personas tratando de abandonar el país en los vuelos de evacuación, provocando estampidas y casi una decena de muertos desde la toma de la capital por parte de los talibanes el pasado 15 de agosto.

Mujahid mostró también su preocupación ante el éxodo de profesionales capacitados del país, por lo que pidió a EEUU que deje de alentar la huida de este sector de la sociedad. “Les pedimos a los estadounidenses que cambien su política y no alienten a los afganos a que se vayan, no alienten a nuestros ingenieros, médicos... Los necesitamos, necesitamos su talento, no los lleven a otros países. En lugar de que trabajen para vosotros en empleos ordinarios, déjenlos trabajar aquí”, subrayó.

Además, reiteró que los talibanes no están dispuestos a permitir una extensión del periodo de evacuación más allá del 31 de agosto próximo, la fecha prevista en un principio para que las tropas extranjeras abandonen el país. “Estados Unidos debe evacuar a toda su gente antes del 31 de agosto. La prórroga de esta fecha sería una decisión unilateral y contraria a nuestro acuerdo con ellos”, dijo.

EEUU remarca que quiere irse de Afganistán este mes

El Gobierno de Estados Unidos insistió ayer en su compromiso de culminar su repliegue de Afganistán para el próximo 31 de agosto, después de que los talibanes amenazaran con que habrá consecuencias si la fecha se extiende. Desde la Casa Blanca y el Pentágono se afanaron en reforzar el mensaje de que se está haciendo todo lo posible para cumplir con esa fecha.

Jake Sullivan, el asesor de seguridad nacional del presidente estadounidense, Joe Biden, expresó su confianza en la capacidad de EEUU para evacuar a todos sus nacionales que quedan en Kabul y que quieren salir del país antes del 31 de agosto. “En los días que quedan, creemos que tenemos los medios para sacar a los estadounidenses que quieran abandonar Kabul”, subrayó Sullivan en una rueda de prensa.

Por otro lado, el director de la CIA, William J. Burns, mantuvo una reunión secreta en Kabul el lunes con el líder de facto de los talibanes, Abdul Ghani Baradar, para discutir la delicada situación creada en la capital afgana. Se trata del encuentro cara a cara de más alto nivel entre los talibanes y la administración del demócrata Joe Biden desde la toma de Kabul. Auque no transcendieron los detalles, el presidente de EEUU envió al responsable de la CIA, un veterano del Servicio Exterior y el diplomático más condecorado de su gabinete para discutir sobre esta fecha límite inminente del 31 de agosto. 

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