Los dos turistas alemanes secuestrados hace un mes por piratas en las costas de Somalia han relatado, a través de una conversación telefónica, que están en una situación precaria de salud, por lo que han reclamado asistencia médica 'urgente'.
Según publica el rotativo alemán 'Bild', periodistas de ese rotativo han conseguido contactar por teléfono móvil con los dos rehenes germanos, Jürgen K. y Sabine M., que fueron capturados por piratas somalíes a finales de junio cuando hacían turismo por la zona en su embarcación privada.
En la edición de hoy, 'Bild' publica una entrevista con Jürgen K., quien afirma que tanto él como su compañera necesitan 'urgentemente medicinas'. 'Tenemos fiebre y fuertes diarreas', asegura el ciudadano alemán.
Asimismo explica: 'Soy diabético. La embajada alemana envió cartuchos -de insulina- pero no puedo hacer nada con ellos si no tengo una jeringuilla'.
En el mismo relato, Jürgen K. afirma que sus dientes se mueven 'por las palizas' recibidas con las 'culatas' de los rifles que supuestamente tienen sus captores.
Sobre el estado de su compañera, denuncia que 'ha perdido 20 kilos y ya sólo pesa 44'.
El 25 de junio, día en que se produjo el secuestro, un portavoz de Exteriores manifestó que el Gobierno de Berlín había emprendido las gestiones pertinentes 'ante todos los estamentos relevantes' para resolver el caso.
La misma fuente explicó que el Ejecutivo no informaría de los detalles de las gestiones que se llevan a cabo, de acuerdo a la práctica del Gobierno de Berlín, que mantiene la norma de la absoluta cautela en este tipo de situaciones.
En la edición de hoy, 'Bild' publica una entrevista con Jürgen K., quien afirma que tanto él como su compañera necesitan 'urgentemente medicinas'. 'Tenemos fiebre y fuertes diarreas', asegura el ciudadano alemán.
Asimismo explica: 'Soy diabético. La embajada alemana envió cartuchos -de insulina- pero no puedo hacer nada con ellos si no tengo una jeringuilla'.
En el mismo relato, Jürgen K. afirma que sus dientes se mueven 'por las palizas' recibidas con las 'culatas' de los rifles que supuestamente tienen sus captores.
Sobre el estado de su compañera, denuncia que 'ha perdido 20 kilos y ya sólo pesa 44'.
El 25 de junio, día en que se produjo el secuestro, un portavoz de Exteriores manifestó que el Gobierno de Berlín había emprendido las gestiones pertinentes 'ante todos los estamentos relevantes' para resolver el caso.
La misma fuente explicó que el Ejecutivo no informaría de los detalles de las gestiones que se llevan a cabo, de acuerdo a la práctica del Gobierno de Berlín, que mantiene la norma de la absoluta cautela en este tipo de situaciones.
