El viceprimer ministro ucraniano, Serguéi Arbúzov, aseguró ayer que su Gobierno firmará 'pronto' el acuerdo de Asociación negociado con la Unión Europea (UE), aunque no quiso dar ninguna fecha precisa. 'Ucrania firmará pronto este acuerdo de Asociación con la Unión Europea, teniendo en cuenta los intereses estratégicos nacionales', señaló Arbúzov.
El viceprimer ministro hizo estas declaraciones en una conferencia de prensa tras reunirse en Bruselas con el comisario europeo de Política de Vecindad, Stefan Füle, con quien acordó la puesta en marcha de un proceso para aclarar detalles de la futura implementación del acuerdo y las posibles ayudas europeas. Füle, que calificó el diálogo mantenido como 'franco' y 'abierto', dejó claro que la UE está dispuesta a apoyar a Ucrania ante la difícil situación económica que vive y defendió que la firma del acuerdo es la mejor fórmula para que el país salga adelante.
Además, aseguró que el Acuerdo de Asociación y libre comercio debe ser también una parte de la solución a la 'crisis política' ucraniana, que para Bruselas sólo puede resolverse a través de un diálogo transparente entre todas las fuerzas políticas y la sociedad civil. Füle aseguró que una 'rápida firma' del acuerdo sería la mejor señal por parte del presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, a los manifestantes proeuropeos que ocupan las calles.
Con el fin de avanzar en ese sentido, Bruselas aceptó trabajar en una 'hoja de ruta' para la aplicación del acuerdo, que según Kiev supondrá en un primer momento importantes costes para su economía. Füle, en todo caso, reiteró que las cifras que han circulado en los últimos días son exageraciones 'sin fundamento' e insistió en que el acercamiento a Europa es la mejor vía para Ucrania.
Además, la UE prometió hacer todo lo posible para que Ucrania pueda cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para aliviar sus maltrechas finanzas y reiteró su disposición a completarlo con ayudas propias.
PROTESTA OPOSITORA
Paralelamente, los manifestantes ucranianos se parapetaron en la Plaza de la Independencia de Kiev horas después de elevar y ampliar las barricadas erigidas con sacos terreros, neumáticos y nieve, con la ayuda de cientos de voluntarios que acarrean sin cesar materiales. La icónica plaza, epicentro de la revuelta pacífica proeuropea contra el Gobierno del presidente Víktor Yanukóvich, se encontraba ayer casi por completo rodeada por parapetos de unos 3 o 4 metros de altura.
Estas defensas ante una posible incursión policial solo dejan unas pequeñas entradas en cada extremo de la plaza para que la gente entre y salga de lo que se ha convertido en un gigantesco campamento, lugar de mítines, conciertos, asambleas y ceremonias religiosas y que el próximo domingo espera acoger una nueva 'marcha del millón' en la ciudad.
Además, aseguró que el Acuerdo de Asociación y libre comercio debe ser también una parte de la solución a la 'crisis política' ucraniana, que para Bruselas sólo puede resolverse a través de un diálogo transparente entre todas las fuerzas políticas y la sociedad civil. Füle aseguró que una 'rápida firma' del acuerdo sería la mejor señal por parte del presidente ucraniano, Víktor Yanukóvich, a los manifestantes proeuropeos que ocupan las calles.
Con el fin de avanzar en ese sentido, Bruselas aceptó trabajar en una 'hoja de ruta' para la aplicación del acuerdo, que según Kiev supondrá en un primer momento importantes costes para su economía. Füle, en todo caso, reiteró que las cifras que han circulado en los últimos días son exageraciones 'sin fundamento' e insistió en que el acercamiento a Europa es la mejor vía para Ucrania.
Además, la UE prometió hacer todo lo posible para que Ucrania pueda cerrar un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para aliviar sus maltrechas finanzas y reiteró su disposición a completarlo con ayudas propias.
PROTESTA OPOSITORA
Paralelamente, los manifestantes ucranianos se parapetaron en la Plaza de la Independencia de Kiev horas después de elevar y ampliar las barricadas erigidas con sacos terreros, neumáticos y nieve, con la ayuda de cientos de voluntarios que acarrean sin cesar materiales. La icónica plaza, epicentro de la revuelta pacífica proeuropea contra el Gobierno del presidente Víktor Yanukóvich, se encontraba ayer casi por completo rodeada por parapetos de unos 3 o 4 metros de altura.
Estas defensas ante una posible incursión policial solo dejan unas pequeñas entradas en cada extremo de la plaza para que la gente entre y salga de lo que se ha convertido en un gigantesco campamento, lugar de mítines, conciertos, asambleas y ceremonias religiosas y que el próximo domingo espera acoger una nueva 'marcha del millón' en la ciudad.
