La conmoción, la tristeza, la tragedia y el luto marcaron ayer la jornada en Bélgica tras el dramático accidente de autocar en el que la noche del martes fallecieron 22 niños y 6 adultos de dos escuelas belgas cuando regresaban de un viaje a Suiza.
Entre los menores que perdieron la vida en el accidente se encuentra un niño con doble nacionalidad belga y española, mientras dos más con la doble nacionalidad se encontraban entre los 52 pasajeros del autocar y resultaron ilesos. 'Es un día negro, todos los belgas comparten nuestra inmensa tristeza, no hay palabras para expresar lo que sentimos', dijo el primer ministro de Bélgica, Elio Di Rupo, tras anunciar un día de luto nacional.
El accidente se produjo cuando el autocar en el que viajaban por la autopista A9, a la altura de la localidad de Sierre, se empotró contra una pared del túnel por razones que aún se desconocen. Otros 24 niños resultaron heridos de diversa consideración. La tragedia golpeó a las escuelas de primarias de Sint-Lambertus (Heverlee) y 't Stekske (Lommel), dos ciudades situadas en Flandes (norte de Bélgica), ésta última justo en la frontera con Holanda. Los niños que viajaban en el autobús tenían en torno a 12 años, y diez de ellos eran holandeses, otro era polaco y uno alemán.
UN DRAMA PARA EL PAÍS
Los familiares de las víctimas viajaron en un vuelo militar especial puesto a su disposición y que les llevó hasta Ginebra, desde donde se trasladaron a los seis hospitales donde se encuentran ingresados los heridos. Una de las niñas supervivientes, que logró contactar brevemente con su padre por teléfono, explicó que escuchó un gran choque en la oscuridad y que 'todos los asientos salieron volando'. Los niños debían llegar ayer por la mañana a sus casas tras unas vacaciones en el valle de Anniviers junto a otros escolares de colegios del norte de Bélgica.
Las reacciones oficiales se sucedieron a lo largo del día. El presidente del Consejo Europeo y ex primer ministro belga, Herman Van Rompuy, dijo que tras este 'horrible drama humano', todos los belgas se sienten 'padres, madres, hermanos u hermanas de estos niños y niñas y de sus acompañantes'. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, también manifestó sus condolencias a las familias de las víctimas de un accidente todavía más 'dramático' por el hecho de que la mayoría de los fallecidos son niños.
'Pude ver las terribles imágenes del accidente, una catástrofe especialmente impactante por la edad de las víctimas', afirmó el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, poco antes de que los eurodiputados guardaran un minuto se silencio durante el pleno que se celebró ayer en Estrasburgo.
El Gobierno español tambiénmanifestó su 'profundo pesar' y sus más sentidas condolencias al pueblo y a las autoridades de Bélgica.
Se trata del segundo accidente de carretera más grave de la historia de Suiza, tras el que costó la vida a 39 personas en el año 1982 cerca de Zúrich, cuando un autobús fue arrollado por un tren en un paso a nivel sin barreras.
CIRCULABA A LA VELOCIDAD PERMITIDA
El fiscal del cantón de Valais, Olivier Elsig, afirmó ayer que el autobús belga accidentado en Suiza circulaba a la velocidad permitida cuando se empotró contra la pared de un túnel de la autopista, en la localidad de Sierre. 'Tras el análisis de los tacógrafos -señaló el fiscal-, podemos decir a priori que el vehículo no circulaba demasiado rápido', dijo Elsig. El fiscal ofreció los primeros detalles de la investigación y dijo que las imágenes de las cámaras del túnel hacen descartar que en el siniestro interviniera 'otro vehículo o elemento de la ruta que pudiera haber provocado el acciente mortal'. 'El suelo estaba seco y no había un problema climático', agregó Elsig, que indicó que en las próximas horas se conocerán los resultados de los exámenes de trayectoria del autobús y estado del conductor.
El accidente se produjo cuando el autocar en el que viajaban por la autopista A9, a la altura de la localidad de Sierre, se empotró contra una pared del túnel por razones que aún se desconocen. Otros 24 niños resultaron heridos de diversa consideración. La tragedia golpeó a las escuelas de primarias de Sint-Lambertus (Heverlee) y 't Stekske (Lommel), dos ciudades situadas en Flandes (norte de Bélgica), ésta última justo en la frontera con Holanda. Los niños que viajaban en el autobús tenían en torno a 12 años, y diez de ellos eran holandeses, otro era polaco y uno alemán.
UN DRAMA PARA EL PAÍS
Los familiares de las víctimas viajaron en un vuelo militar especial puesto a su disposición y que les llevó hasta Ginebra, desde donde se trasladaron a los seis hospitales donde se encuentran ingresados los heridos. Una de las niñas supervivientes, que logró contactar brevemente con su padre por teléfono, explicó que escuchó un gran choque en la oscuridad y que 'todos los asientos salieron volando'. Los niños debían llegar ayer por la mañana a sus casas tras unas vacaciones en el valle de Anniviers junto a otros escolares de colegios del norte de Bélgica.
Las reacciones oficiales se sucedieron a lo largo del día. El presidente del Consejo Europeo y ex primer ministro belga, Herman Van Rompuy, dijo que tras este 'horrible drama humano', todos los belgas se sienten 'padres, madres, hermanos u hermanas de estos niños y niñas y de sus acompañantes'. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durão Barroso, también manifestó sus condolencias a las familias de las víctimas de un accidente todavía más 'dramático' por el hecho de que la mayoría de los fallecidos son niños.
'Pude ver las terribles imágenes del accidente, una catástrofe especialmente impactante por la edad de las víctimas', afirmó el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, poco antes de que los eurodiputados guardaran un minuto se silencio durante el pleno que se celebró ayer en Estrasburgo.
El Gobierno español tambiénmanifestó su 'profundo pesar' y sus más sentidas condolencias al pueblo y a las autoridades de Bélgica.
Se trata del segundo accidente de carretera más grave de la historia de Suiza, tras el que costó la vida a 39 personas en el año 1982 cerca de Zúrich, cuando un autobús fue arrollado por un tren en un paso a nivel sin barreras.
CIRCULABA A LA VELOCIDAD PERMITIDA
El fiscal del cantón de Valais, Olivier Elsig, afirmó ayer que el autobús belga accidentado en Suiza circulaba a la velocidad permitida cuando se empotró contra la pared de un túnel de la autopista, en la localidad de Sierre. 'Tras el análisis de los tacógrafos -señaló el fiscal-, podemos decir a priori que el vehículo no circulaba demasiado rápido', dijo Elsig. El fiscal ofreció los primeros detalles de la investigación y dijo que las imágenes de las cámaras del túnel hacen descartar que en el siniestro interviniera 'otro vehículo o elemento de la ruta que pudiera haber provocado el acciente mortal'. 'El suelo estaba seco y no había un problema climático', agregó Elsig, que indicó que en las próximas horas se conocerán los resultados de los exámenes de trayectoria del autobús y estado del conductor.
