Zimbabue nombra nuevo verdugo tras 7 años de vacante y decenas de candidatos

El Gobierno de Zimbabue ha nombrado a su nuevo verdugo después de recibir decenas de candidaturas durante los más de siete años que el puesto ha estado vacante, según informó el Ministerio de Justicia a los medios locales.
'Tenemos a nuestro nuevo verdugo, que tiene muchas ganas de empezar a trabajar', dijo el secretario permanente del Ministerio de Justicia de Zimbabue, David Mangota, al periódico privado local Standard, que puntualizó que el empleado es un ciudadano del vecino país de Malaui.

En mayo de 2011, esta vacante causó un gran revuelo en Zimbabue después de que un medio local revelara que docenas de desempleados se habían mostrado interesados en solicitar el puesto de verdugo.

El periódico NewsDay explicó entonces que, tras haber publicado un reportaje sobre ofertas de empleo sin cubrir, entre ellas la de verdugo, docenas de personas llamaron y enviaron mensajes al medio para preguntar sobre cómo aspirar a este empleo, en un país en el que se calcula que hay un 90 por ciento de parados.

'No podía imaginar que hubiera tanta gente tan desesperada por encontrar un empleo que esté dispuesta a matar para tener la oportunidad de llevar la comida a la mesa', señaló el subdirector del periódico, Tangai Chipangura, en su columna de opinión.

A pesar del nombramiento, el nuevo verdugo no podrá comenzar con sus labores hasta que Zimbabue no promulgue la nueva Constitución que está siendo redactada en la actualidad, que propone una abolición parcial de la pena de muerte.

Según Mangota, el Gobierno impuso una moratoria con respecto a las ejecuciones después de la propuesta de la nueva constitución sobre la sentencia de muerte, que plantea que la pena máxima sea impuesta sólo para 'crímenes con agravantes'.

Además, propone que las mujeres y aquellos que tenían más de 70 años y menos de 21 cuando cometieron sus crímenes y fueron condenados a penas de muerte, ya no serán ejecutados.

Se desconoce por qué Zimbabue ha elegido a un ciudadano de Malaui para ejecutar a los condenados a muerte, aunque un oficial del Gobierno apuntó el año pasado que sólo necesitarían a alguien 'a tiempo parcial', puesto que en el país 'no se ejecuta a gente todos los días'.

Informes de varias organizaciones de defensas de derechos humanos indican que en Zimbabue unas 70 personas que fueron condenadas a muerte esperan en las cárceles del país a ser ejecutadas.

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