Por encima del paseo del Barbaña, debajo de la calle Rodríguez de la Passera de Ourense, hay un pequeño parque.
En su inicio estaba lleno de árboles pero, poco a poco, entre la labor de los vándalos y las enfermedades que les atacaron han ido diezmando. Alguno de ellos lleva ya dos años seco, otro murió este año y alguno más está agonizando, y desde el Concello ni los cortan ni los reponen por otros.