Pues así está la educación ourensana. En esta imagen tomada el domingo 18 de agosto podemos observar los restos del botellón desarrollado en el jardín situado encima de las Burgas, y al que se accede desde la Rúa Desengaño y desde las escaleras de Calpurnia Abana que bajan de la calle Doctor Marañón.
Quienes allí estuvieron tenían a menos de un metro una papelera en la que depositar los restos. El colmo de la vagancia y la falta de la más mínima educación.