La zona de la residencia es un cachondeo. Últimamente parece el salvaje oeste. Los vecinos tenemos que ver cómo algunos vehículos aparcan en triple fila en la carretera principal, y otras veces los coches atascan la rotonda mientras sus dueños están en el bar. De esta forma, obstaculizan la entrada a los edificios de Monte Quinxo. Imágenes como esta son el pan de cada día de los vecinos.