Desde el día 6 de agosto, fecha en que tuvo lugar la concentración motera en las inmediaciones de Loñoá-Pereiro de Aguiar, las personas que pegaron los carteles ya han tenido tiempo de limpiarlas. Ya no debieron pegarlas donde lo hicieron, pues no es lugar para ello, puesto que hay indicadores, como el de la imagen, en los que si alguien de fuera está buscando la localidad, se encontrará con un nombre ilegible. Al final, son como todos los colectivos que organizan eventos y reuniones, mucha cartelería en las fechas previas, pero después quedan las señalizaciones hasta que los agentes meteorológicos terminan destruyéndolas. Y esa es otra, ni los propios alcaldes de los concellos afectados ordenan su limpieza.
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Antonio Vázquez
25/ago./17 - 13:15
Actualizado:
25/ago./17 - 13:15
25/ago./17 - 13:15
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