No todos están por la labor de utilizarlo ni respetan las señales de prohibido aparcar, y allí se les puede ver estorbando.
En el barrio do Cuco de Ourense, al final de la avenida de Buenos Aires, el Concello preparó un aparcamiento para 18 coches debido a la peligrosidad que presenta que los dueños de los vehículos los dejen en esta empinada calle. Sin embargo, no todos están por la labor de utilizarlo ni respetan las señales de prohibido aparcar, y allí se les puede ver estorbando. Y lo que es peor, pueden provocar un accidente entre terceros. ¿De quién sería entonces la culpa, del que obstaculiza o del Concello por permitirlo?
