Tanto se preocupó el Concello de la inauguración de la Alameda, que el servicio de limpieza se olvidó de quitar los restos de la última feria. A los que madrugamos al día siguiente nos tocó ir sorteando papeles y plásticos de los restos del mercado en el paseo situado en el margen del río Barbaña. A ver si la próxima feria limpian en condiciones y se olvidan de la Alameda.