Un año de cárcel y tratamiento ambulatorio es la pena que aceptó ayer un acusado de agredir y amenazar a dos médicos en el centro de salud de Carballiño, donde protagonizó varios altercados. El imputado deberá permanecer alejado de ellos.
El acusado de agredir a un médico y amenazar a una doctora del centro médico de Carballiño no podrá acercarse a ambos facultativos ni comunicarse con ellos durante dos años. Esta es una de las medidas aceptadas ayer por Ignacio M.M., que se conformó en el Juzgado de lo Penal número 2 de Ourense con un año de prisión (seis meses por cada uno de los dos delitos de atentado que se le imputaban), 20 euros de multa y seis días de localización permanente por sendas faltas de lesiones y amenazas. Además, deberá recibir un tratamiento ambulatorio por el trastorno de comportamiento que padece.
Los hechos que se le imputaban al acusado ocurrieron en julio del año pasado. Acudía a los facultativos a pedir recetas para tranquilizantes, aunque en una ocasión presentó la tarjeta sanitaria de su hermano. El médico se negó y fue cuando lo agredió. Mientras, otra facultativo accedió a recetarle las medicinas por el temor que le infundía el acusado, según la fiscal. Posteriormente, se fue del centro de salud y regresó poco después con una barra de hierro. Días después, volvió al centro de salud con una escopeta de aire comprimido, soltó a sus perros y los azuzó contra las personas que se encontraban en el interior.
Atenuante
La fiscal solicitaba inicialmente una pena de cuatro años de cárcel (dos por cada delito de atentado), si bien en la conformidad entre las partes se tuvo en cuenta una atenuante muy cualificada de la pena por el trastorno que padece el acusado.
Los hechos que se le imputaban al acusado ocurrieron en julio del año pasado. Acudía a los facultativos a pedir recetas para tranquilizantes, aunque en una ocasión presentó la tarjeta sanitaria de su hermano. El médico se negó y fue cuando lo agredió. Mientras, otra facultativo accedió a recetarle las medicinas por el temor que le infundía el acusado, según la fiscal. Posteriormente, se fue del centro de salud y regresó poco después con una barra de hierro. Días después, volvió al centro de salud con una escopeta de aire comprimido, soltó a sus perros y los azuzó contra las personas que se encontraban en el interior.
Atenuante
La fiscal solicitaba inicialmente una pena de cuatro años de cárcel (dos por cada delito de atentado), si bien en la conformidad entre las partes se tuvo en cuenta una atenuante muy cualificada de la pena por el trastorno que padece el acusado.
