El Concello pone en marcha este nuevo servicio gratuito tras pasar de 75 a 93 escolares este año
El Concello de Boborás inicia hoy un nuevo servicio dirigido a los escolares empadronados en el municipio, que serán acogidos durante las mañanas y tardes, antes y después de clases. El programa "Boborás concilia" se prolongará hasta el próximo mes de mayo y será totalmente gratuito para las familias que se inscriban.
Este servicio es una consecuencia del importante incremento de alumnado en el colegio público, que ha pasado de contar el curso pasado con 75 alumnos (el anterior habían sido 54) a un total de 93. La portavoz del gobierno local, Patricia Torres, considera que este incremento se debe fundamentalmente a un aumento de la natalidad en los últimos años y también al retorno de familias a los pueblos de origen de sus padres y abuelos, que en algunos casos están rehabilitando viviendas.
Aunque la concejala no ha podido aportar el número de retornados, aseguraba que "son bastantes, e hai moitas parexas xóvenes que se están asentando buscando unha mellor calidade de vida e tranquilidade". En cuanto a los nacimientos, asegura que en 2012 nacieron 16 niños, al año siguiente fueron sólo 7, pero en 2014 repuntó de nuevo con 15 nacimientos.
Todavía está abierto el plazo para apuntarse a "Boborás concilia", si bien Patricia Torres calcula que durante las mañanas se contará entre 10 y 15 niños, y ya por las tardes con aproximadamente 50.
El horario se ha fijado según las necesidades de las familias trabajadoras. Así en septiembre será de 07,15 a 09,15 horas y de 14,15 a 18,00 horas, y a partir de octubre, de 07,15 a 09,30 horas y de 16,30 a 20,30 horas. Dos monitoras subvencionadas por la Diputación desarrollarán durante la estancia de los niños en las instalaciones educativas actividades deportivas y de ocio, además de prestar apoyo escolar.
Ana García, una de las madres, declaraba que "é un luxo, somos afortunados de ter este servizo". Esta familia sólo tenía como alternativa dejar a su hijo con los abuelos en las horas laborales que no había clase, pero la ayuda implicaba a veces que uno de los progenitores tenía que dormir en la casa de los abuelos, dependiendo de sus turnos de trabajo. A partir de ahora, "seguiremos contando cos meus pais pero tamén recurriremos ao servizo municipal", indicó.
