Las pasarelas que discurren a lo largo del Arenteiro no tienen autorización de la Confederación Hidrográfica
La Confederación Hidrográfica del Miño-Sil obliga al Concello de Boborás a iniciar un proceso de legalización de la Ruta do Puzo dos Fumes. La denuncia del grupo municipal Move por causa del mal estado en que se encontraban las pasarelas ha dejado al descubierto que la Confederación Hidrográfica no había autorizado las obras que se llevaron a cabo en 1998 en un tramo de aproximadamente dos kilómetros siguiendo la orilla del río Arenteiro hasta la cascada denominada Puzo dos Fumes, que ha dado nombre a esta ruta de Pazos de Arenteiro.
El organismo de cuenca reclama ahora un informe técnico sobre el trazado y la situación de las pasarelas de madera, para comprobar si están debidamente instaladas en relación al cauce y si ofrecen la seguridad adecuada. "Nos pide que la legalicemos y esto puede suponer un inconveniente para el Concello, porque nos pueden obligar a mover las pasarelas de sitio", apuntó el alcalde en funciones, Cipriano Caamaño.
El regidor recordó que Move también había denunciado en Medio Ambiente, y que "tras una inspección señalaron que todo está correcto, pero en la Confederación Hidrográfica no figuraba y por eso el Concello tiene que encargar un estudio técnico a un ingeniero para legalizar la ruta, que es una de las más visitadas de la provincia". En ese sentido, añadía Caamaño que "el nuevo grupo de gobierno bajo ningún concepto va a permitir que se cierre la ruta, y para ello se realizarán las modificaciones oportunas para legalizarla". Por ese motivo, acusa a Move de generar gastos innecesarios al Concello y de alarmar a los vecinos de Pazos sobre un posible cierre.
El trazado sigue el camino natural que había de acceso a las fincas, instalando pasarelas de madera a tres metros de altura del cauce para facilitar el tránsito.
